¿Qué piensa la gente de Aranda sobre las obras de la Avenida Castilla?

Aranda de Duero

Hartos. Así se ven vecinos y comerciantes de la Avenida Castilla ante una obra en Aranda de Duero que parece no tener fin. Primero iba a estar finalizada a finales de año, luego a principios del 23 tras el hallazgo de tuberías de fibrocemento bajo el firme -que se quedarían bajo tierra porque su manipulación podría poner en riesgo a trabajadores y vecinos de la zona- y la última fecha dada para la recepción de las obras es el 7 de abril, según indicó esta semana el concejal de obras, Alfonso Sanz. Si la historia solo quedara ahí, sería cuanto menos anecdótica. Pero es que hay más. Porque el pasado fin de semana, tal y como adelantó la SER en radioaranda.com, un vecino había registrado en el Ayuntamiento de Aranda una queja por la manipulación irregular de una de las peligrosas y citadas tuberías. La Asociación de Allendeduero se sumó y pidió explicaciones al consistorio y, al parecer, habría habido una presunta irregularidad por parte de la empresa que según el consistorio no puso en peligro a nadie. Este miércoles se retiró, dejando curiosas imágenes por parte de los operarios que tuvieron que protegerse para retirar el material.

Pero, ¿qué piensan los arandinos alrededor de estas obras? La SER salía este viernes a la calle para recorrer la citada vía y cuestionar por ella a los vecinos de la ciudad. Una mujer dice que "me da una pena terrible por la gente que tiene negocios, lo están pasando mal y algunos se han cerrado", mientras precisamente la siguiente encuestada regenta uno de los negocios de la zona, y admite que el volumen de negocio "ha bajado muchísimo, pero al menos mi parte está arreglada", aunque otro comerciante dice estar "desesperado" porque las obras "no tienen fin". "No pasa nadie por la calle, y ha bajado un 40-50%", añade. "Decían que iba a acabar en noviembre pero se ve que nada. Me parece que la calzada de los coches ha quedado muy pequeña, pero hay que verlo acabado", añade otro arandino. "Tarde, mal, y nunca. Es la mayor chapuza que he visto en mi vida", sentencia otro ciudadano que observa atentamente las obras.

Sobre las tuberías de fibrocemento muy pocos por desconocimiento se atreven a hablar, aunque un vecino apunta a que "eso ya se sabía que iba a salir, si es una calle antigua tiene que salir, que el ingeniero lo tenía que haber visto", mientras otro asevera que "se las tenían que haber llevado en vez de asfaltar la calle para ahorrar unos duros y dejar la calle hecha una chapuza".

El sentir general, por tanto, es de hartazgo y de lamento -sobre todo por parte de los negocios- ante una calle que sin haber acabado sus obras, muchos creen "no va a quedar bien".