Cerca de trescientas personas participaban este mediodía en Aranda en la manifestación convocada por la Plataforma Ciudadana del Directo contra el desmantelamiento anunciado por ADIF de dos de las vías que todavía quedan en la estación del Montecillo. A ritmo de paseo y con un buen número de paradas, los manifestantes recorrían en algo más de una hora la distancia que separa la plaza Arco Isilla de las puertas de la estación de RENFE. A pesar de que la actuación que motivó esta convocatoria casi con carácter urgente se enmarca, supuestamente, en las medidas para hacer más operativa esta infraestructura y facilitar el único uso que tiene actualmente, que es posibilitar la llegada de mercancías a varias empresas del polígono industrial Prado Marina, la directiva de la plataforma afirmaba “que lo que se ha hecho con esta infraestructura, que funcionaba, es dejarla morir”, un objetivo que parecía estar marcado mucho antes de que en 2011 con el derrumbe de uno de los túneles de Somosierra se interrumpiera forzosamente la conexión ferroviaria entre Madrid y Aranda. En este sentido, comentaban que “han sido decisiones políticas las que eliminaron horarios, los empeoraron, subieron el precio de los billetes, dejaron de prestar el servicio enviando taxis a los usuarios”. Por eso y porque ya en 2021 se desmantelaron otras dos vías a su paso por Aranda, en esta ocasión sin que trascendiera públicamente, la plataforma no se fía de esta nueva actuación, ni tampoco de que ADIF vaya a dar marcha atrás, tal y como vaticinaba ayer el portavoz municipal socialista, Ildefonso Sanz. “Hay voces que dicen que no se van a levantar las dos vías que hace una semana se querían llevar y esta forma de actuar de hoy sí y mañana no no es nada seria, nosotros, de momento, no nos creemos nada”, expresan, a la vez que piden “que se bajen del carro de la destrucción para subirse al del futuro y que dejen de hacer estudios y más estudios para una línea que es totalmente viable”. “Cada vez que llega el ADIF a Aranda, cada vez que pasan por nuestros pueblos nos quitan algo, lamentan desde este colectivo, añadiendo que “cada paso que se da en este sentido se reduce cada vez más la esperanza de ver pasar las mercancías de norte a sur y de sur a norte ahorrando 90 kilómetros de distancia en cada trayecto y minimizando la huella de carbono de la que, también a nuestros políticos, se les llena la boca”, dejando algunas preguntas en el aire para la reflexión. “¿No se dan cuenta de que el tren reduce la contaminación? ¿No se dan cuenta de que el tren reduce los accidentes? ¿No se dan cuenta de que el tren une no sólo a las grandes ciudades, sino también al mundo rural del que tanto hablan en época de elecciones?”, expresaba la secretaria de la Plataforma, Begoña Cisneros. El presidente de este colectivo cerraba esta manifestación con un manifiesto en el que animaba a no bajar la guardia y no dar por perdida la línea del Directo, a pesar de todos estos atropellos. “Somos la población la que necesita justicia y reposición moral por tantos años de abandono. Es hora de plantarse. Por ello hacemos un llamamiento urgente a la ciudadanía en primer lugar y a los organismos públicos que nos deberían defender a que nos ayuden económicamente y esclarecer lo que está pasando. Nuestro futuro no puede ni debe depender de quienes toman decisiones contrarias a nuestra voluntad, quienes actúan de forma corrupta ni de las que pasan por el desmantelamiento de nuestras vías”, expresaba Jorge Núñez.