Convivir con los animales naturalmente

Palencia

Les voy a confesar algo que solo saben cuatro amigos de la infancia y mi mujer. Cuando era pequeño jugando por el barrio, soy del Ave María, en una gran era que teníamos donde ahora está el patio del colegio, ya sabéis, al fútbol, al pinche, a las canicas, con las bicis... un día nos encontramos un gatito yo diría que con pocos días de vida. Tal vez se cayó de un tejado, no sé. En casa ni por asomo nos le hubieran permitido tener, así que le metimos en una cajita y le intentamos alimentar.

Tratamos de refugiarle en una carbonera pero nos descubrieron y nos hicieron sacarle de allí. A la mañana siguiente la caja apareció empapada y el gato que ya estaba en muy malas condiciones, también mojado y moribundo. No sabíamos que hacer. Un día después el gatito apenas se movía. Decidimos en ese instante terminar con su sufrimiento. Con una gran piedra que había en la era, el más atrevido de la cuadrilla le golpeó y murió al instante. Es una imagen que aunque ocurrió hace más de 40 años, nunca podré borrar de mi cabeza.

En esos tiempos tener un animal en casa no era tan común como ahora, se tenían mayoritariamente en la calle y se les daba de comer las sobras. Hoy más de una cuarta parte de los hogares tienen un perro en casa, duermen casi en la cama, tienen una alimentación especial y acuden al veterinario.  

Yo como la gran mayoría de la sociedad, respeto y adoro a los animales. Me gustan las mascotas aunque de momento prefiero no tenerlas, porque les acabas queriendo como a personas. Y mucho más me gustan los animales en libertad.

Veíamos cómo algunos bestias apaleaban a los perros y ya sabes, en las fiestas tradicionales lo que se hacía con cabras o gallinas. Son tantas las ganas que hay de cambiarlo todo en estos tiempos que terminamos “pasándonos de rosca”. Por supuesto también con la nueva ley de bienestar animal en la que se dan infinidad de incoherencias.

Como las penas que se fijan por matar o lesionar a un vertebrado silvestre que se haya colado en tu domicilio. Les aseguro que me gustaria abrir la puerta y que la rata o la culebra salga solita en lugar de producir destrozos, lesiones o problemas de salud. Si la persigues con un palo y la matas o hieres, te pueden caer entre 12 y 24 meses según el ensañamiento. O la obligación de hacer un cursillo para tener un perro, o un examen de sociabilidad que tendrá que pasar el animal según su peso.

Las colonias felinas en libertad, en la Avda de Asturias hay una a la que algún día de verano dimos de comer, y no sé muy bien si hoy es un delito, la esterilización obligatoria de perros y gatos o que un perro no pueda andar suelto como han estado toda la vida en los pueblos también estando prohibido ya, son otros asuntos de controversia.

Y parece ser que los ayuntamientos deberán crear centros de protección animal con servicio de urgencia 24 horas, o sea lo que no tenemos en otras áreas sociales. Así que todo esto además costará una pasta.

Creo que en general todo esto será bastante incontrolable, se reculará en algunas leyes como está pasando o tendremos una ley de las que se hacen para no cumplirlas, por absurda. En cualquier caso , sería más inteligente atender la opinión de expertos científicos, biólogos o veterinarios antes que redactar lo que se nos vaya ocurriendo a un grupete de amigos.