De mascaradas, revoleos y murgas de carnaval en Palencia
La provincia, que atesora una gran riqueza patrimonial, tiene sus ritos propios en esta fiesta

Niños de Villada (Palencia) en un carnaval de los años 40 / cadena ser

Palencia
Francisco Calvo Manzanares
La llegada de la Cuaresma trae consigo un período de abstinencia, donde lo más destacado será la prohibición de carne en la dieta alimentaria, de ahí su nombre, aunque no será lo único. Con la imposición de la ceniza se ponía fin a las fiestas y bailes, así como a bodas y otras celebraciones que no se retomarían hasta la resurrección de nuestro Señor. Serían estas restricciones las que explicarían el surgimiento de una fiesta que se celebra los días antes del inicio del periodo litúrgico.
Hay quién relaciona estos festejos con las antiguas fiestas paganas como las Bacanales o la Saturnalia, encontrando en las fiestas carnavalescas pervivencias de las precedentes. Será costumbre en estas ataviarse con prendas fuera de lo común en el vestir diario llegando incluso a crear personajes de carácter grotesco. Permanecen enraizados los famosos guirrios leoneses que portan cencerros y grandes tocados multicolores o las mascaradas abulenses, aunque más comunes serán a lo largo de toda la geografía española los disfraces más realistas. Uno de los más extendidos será, en el caso de las mozas, el de gitana. El mundo andaluz no solo resultará exótico para los extranjeros, ya que encontramos a través de la fotografía numerosos ejemplos de mujeres que tendrán el gusto de aviarse con tales ropas. Tanto es así que incluso uno de los cantos narrativos más extendidos de la tradición oral española hace referencia a ello:
“Un martes de carnaval de gitana me vestí
y un gran salón de baile a mi novio perseguí”
La provincia de Palencia, que atesora una gran riqueza patrimonial, también tiene sus ritos propios en esta fiesta. Han llegado hasta nosotros los zamarrones y mascaritos propios de la localidad de Aguilar de Campoo, donde los mozos aviados con andrajos, pieles, cencerros y máscaras iban por las calles de la localidad pidiendo viandas jaleosamente.
En el Cerrato palentino serán las cofradías de ánimas las que asumirán la celebración del carnaval. Algunos municipios que preservan una tradición vinculada a los carnavales son Antigüedad, con su tradicional revoleo de la bandera al redoble de un tambor el domingo gordo, o Vertavillo, donde con mayor arraigo y continuidad que en el pueblo anterior, han mantenido el lanzamiento de la alabarda, un arma con forma de tridente ornada con cintas de colores, la tambora y el revoleo de las banderas el domingo de carnaval.
Como en cualquier fiesta que se precie la música tendrá un importante papel. Serán unas pequeñas agrupaciones denominadas murgas las encargadas de aportar el toque musical, cuyas piezas reciben el mismo nombre. Son de interés estás letrillas, ya que en ellas se volcaban los últimos acontecimientos.
Encontramos murgas en varias localidades palentinas. Los siguientes fragmentos proceden de los fondos de la Fundación Joaquín Díaz o de recopilación propia.
Una murga de Villada es de gran interés por mentar un hecho histórico y ser reflejo de la sociedad. Dice así:
“que contentas estaréis al pensar que ha de venir
el voto de la mujer en este próximo abril,
cambiados ya los papeles, nosotros en la cocina
dispondremos de alimentos y a todas horas tortillas”
Estos cantares eran el espejo de las problemáticas sociales, en Villovieco cantaban:
“A esta hermosa capital, nosotros hemos venido
para contarles a ustedes lo que nos ha sucedido
nos suben las existencias y nos bajan el jornal
los obreros de Palencia nos tendremos que marchar”
En Torquemada elaboraron una murga relatando los sucesos de un año trágico:
“Este año ha sido muy malo de trigo, vino y lentejas
y luego un maldito lobo nos ha matao’ las ovejas
en la Dehesa de Matanza mató veinticinco ovejas
y en el monte de Astudillo mató lo menos cuarenta”
También aparecen tonadas que hablan de noviazgos como esta de Grijota:
“es nuestra pretensión a nadie molestar tan solo las chicas picar
a eso de las seis al baile ya se van, el novio esperando ya está.
Salid, salid, salid, chicas que en casa estáis asomarse al balcón
a oír, a oír, a oír, este alegre cuplé que alegra el corazón”
Encontramos en murgas de Villaviudas alusiones a la salubridad y al llamamiento de la higiene:
“que han tapao’ los fregadores y ahora respiramos bien”
“Adiós año 23 que ha nacido el 24
y han hecho un gobierno nuevo con espada y sable en mano
tenemos al delegado, presidente del partido,
que mandó limpiar las calles queriendo el bien del vecino”
“Lo que pedimos señores es limpieza general
y que no se ensucie nadie en la calle el tío Chalan”
Como culminación tendremos también coplas más grotescas, como esta de Villalumbroso:
“Gabino López, un industrial, ha hecho una murga en carnaval
y los murguistas le han regalado un orinal
para que para que, para cagar, pa’ cagar,
para mear, pa’ mear, pa’ que se libre de peste y mal”
Esta de Paredes de Nava:
Somos de Paredes de Nava no lo podemos negar,
si te descuidas un poco nos marchamos sin pagar.
Viva la formalidad, viva la formalidad”
O esta de Villada:
“Una chica valenciana y un muchacho de Gijón
se casaron hace poco y ya tienen sucesión
y el marido que es celoso y más claro que la luz
han tenido una trifulca porque el niño es andaluz”
Lejos ha quedado la costumbre de inventar y cantar estas murgas, que tan famosas son en el sur de la península y que también fueron propias de estas tierras. Mejor fortuna, por suerte, han tenido algunas tradiciones que gracias al apego de sus vecinos se han mantenido en el tiempo o recuperado gracias a la insistencia de colectivos y particulares que velan por la preservación de todo este patrimonio que nos hace únicos, porque Palencia si por algo se caracteriza es por tener una amplia amalgama de recursos que la hacen eminente.




