Los testigos del accidente mortal de la HVL relatan en el juicio el "miedo" que existía entre los trabajadores por ser destinados a la planta siniestrada

Continúa el juicio por el accidente minero en la Hullera Vasco-Leonesa, donde fallecieron 6 mineros en el Pozo Emilios.EFE/J.Casares / J.Casares (EFE)

León
Los testigos del juicio por el accidente de la Hullera Vasco Leonesa mantienen en sus declaraciones que la bóveda de gas en la planta donde se produjo el siniestro se mantuvo mucho más tiempo del que era habitual en esos casos. Estos días se están escuchando los testimonios de aquellos compañeros que vivieron de cerca el accidente. Compañeros de los fallecidos y heridos que participaron en el rescate de las víctimas en un momento de plena tensión, nervios y dolor, algo que ha quedado simbolizado cuando uno de los testigos, Miguel Ángel González, rompió a llorar al recordar que, después de sentirse indispuesto, no le dejaron volver a entrar para rescatar a un compañero que había dejado en el interior y que finalmente falleció a causa de la inhalación de grisú.
Miguel Ángel González sufre estrés postraumático y como muchos compañeros continúa en tratamiento y tiene la incapacidad total para su trabajo en la minería. Como hicieron otros compañeros testigos en la jornada del martes, González aseguró ante la jueza que las deficiencias en seguridad eran 'vox populi' dentro del tajo, ya que "en el vestuario todos hablamos de todo y sabíamos que había bóveda y estaba sin hundir”. Admite que no se realizaban advertencias a los superiores de manera oficial por miedo a ser castigados, pero que la presencia de gas en la mina era fácilmente comprobable: “El capataz sabía que llevaba muchos días y el taller no hundía. Ahí se sabe todo y ellos, más”. Habló, además, de faltas de seguridad evidentes en la explotación.
Otros testigos relatan cómo la mañana del accidente se sobrepasaron en varias ocasiones los niveles de metano admitidos para seguir trabajando. “Ese día igual pararon por el grisú 12 o 15 veces. En comparación con otros macizos era mucho más frecuente. Las cantidades de gas que había en ese macizo no la había en otras”, relató ante la jueza Abel Viñuela que, en el momento del accidente, estaba destinado precisamente en la planta siniestrada.
Hay testigos que aseguran, así mismo, que la empresa les “apretaba” para sacar más carbón si no se alcanzaban los niveles de producción esperados.

María García Beberide
Periodista. Contando historias en la radio desde 2002. Tras aprender el oficio en Radio Bierzo, aterriza...




