La ‘Pirámide de los italianos’: entre el derribo y la reinterpretación
La Junta de Castilla y León intenta blindarla declarándola Bien de Interés Cultural

Pirámide Cementerio de los Italianos en el Escudo. La pirámide está ubicada en la carreta N-632 en las inmediaciones del Puerto del Escudo. Es una construcción piramidal de unos 20 metros de altura que mandó construir Franco en 1937 para albergar en su in

Burgos
La ‘Pirámide de los italianos’, un mausoleo erigido en 1939 en recuerdo de los cerca de 300 militares italianos muertos en la zona durante la Guerra Civil, se debate entre el derribo o su reinterpretación mientras ni siquiera está clara su titularidad.
Fuentes del Gobierno han asegurado a Efe que el monumento se incluirá en el catálogo de elementos franquistas que contempla la Ley de Memoria Democrática, aunque también adelantan que no lo derribarán y que tendrá que ser su titular el que lo derribe o reinterprete.
La apuesta de la Junta de Castilla y León ha sido incoar un expediente para declarar la ‘Pirámide de los italianos’ Bien de Interés Cultural (BIC).
El consejero de Cultura considera que, simplemente con iniciar este expediente, el monumento tiene la misma protección que si ya hubiera sido declarado BIC.
Para Juan Carlos Díaz, alcalde del Valle de Valdebezana, el municipio donde se encuentra la polémica construcción, pensar en su derribo es “un despropósito, una barbaridad”.
Argumenta que tiene valor arquitectónico y es una construcción “singular”, única en España, pero también que no se trata de un monumento para exaltar al franquismo o al fascismo, sino de un cementerio donde se acumularon la mayor parte de los cerca de 400 militares italianos que fueron “unos pobres desgraciados que murieron en la guerra civil”.
Además, insiste en que es el elemento más visitado de toda la zona, muy azotada por la despoblación.
Tampoco está claro quién es el titular de la ‘Pirámide de los italianos’, que tendría que acometer en su caso el derribo o reinterpretación del mausoleo.
Juan Carlos Diaz apunta que para buscar la propiedad de los terrenos hay que remontarse a la edad media, cuando se creó una asociación con nueve pueblos del Valle de Valdebezana y la localidad de Arija, todos ellos en Burgos, a la que se concedió el aprovechamiento ganadero de la parcela donde se encuentra esta edificación.
“No está claro si se pudo producir algún cambio en esa titularidad durante el franquismo, aunque en el Registro de la Propiedad de Villarcayo, al que corresponde esta zona, no figura nada concluyente con los datos catastrales de que disponen”, asegura el alcalde.




