Opinión

Machismo en las notarías

La Firma de Elisa Docio

Machismo en las notarías. La Firma de Elisa Docio

Palencia

Buenos días, estimada audiencia.

No es la primera vez que hablo de esto y nada ha cambiado con el paso de los años. Para no equivocarme he pedido a algunas amistades jóvenes que busquen las escrituras de propiedad de sus viviendas, garajes, etc. y me cuenten en qué orden les han puesto de compradores en la notaría. Salvo las de mujeres solteras en las demás el varón encabeza con expresiones como. “Fulanito casado CON…, “Fulanito y SU esposa”. Y aunque lo adviertas previamente, la inercia es tal que si no lo ponen en el propio texto, lo acaban poniendo en la carátula. Compruébenlo en la escritura de su casa, estimada audiencia.

La cosa es grave en sí misma. El personaje principal, el marido, está casado CON ese ser secundario que es la mujer. O Fulanito y SU esposa. En castellano, la partícula SU refiere posesión, parece que la esposa, al igual que el bien adquirido es de la propiedad de fulanito.

Pero si damos un paso más con el idioma nos encontramos que, además, es un machismo descortés y maleducado, porque en el machismo educado tradicional se suele decir “las señoras primero”, en los pasos estrechos, en las presentaciones, etc. Extremo de fácil solución que el mismo notario, y con mucha más razón debiera si es notaria, puede cambiar en un plis-plas nada más con dar una instrucción.

Mi amigo Juan Luis me contó que cuando llegó destinado al País Vasco, en su notaría ya se ponía a las mujeres primero. Claro que el País Vasco es otro mundo, más avanzados en derechos sociales, y las vascas de naturaleza luchadora. No hay color. Aquí en nuestra casposa y desértica Castilla, donde predomina el agro y crece VOX, aún estamos bajo el prepotente dominio macho. Será que las mujeres de estas tierras se conforman, o puede que hasta incluso se enorgullezcan de que las traten de “señora de…”.

Se trata de micromachismos en el lenguaje, expresiones cotidianas que pasan apenas desapercibidas pero que llevan una carga ideológica subliminal tremenda y son asumidos con naturalidad. La RAE lo incorporó al diccionario a finales de 2022 y lo define como: ““forma de machismo que se manifiesta en pequeños actos, gestos o expresiones habitualmente inconscientes”. Ej.: Señora o señorita, besos para ellas y mano para ellos, yo ayudo en casa, etc.

En fin, que queda mucho por trabajar, las palabras nos definen, las de nuestros ancestros les definían a ellos.

La próxima semana más.