El autor confeso de la muerte de Juana Canal será juzgado por un jurado popular
La Audiencia Provincial no acepta el recurso presentado por la defensa de Jesús Pradales
Madrid
La Audiencia Provincial de Madrid ha rechazado la pretensión del asesino de Juana Canal de evitar ser juzgado por un tribunal de jurado alegando que se trató de un homicidio imprudente, ya que los magistrados ven claro que fue una muerte violenta y el agresor descuartizó y escondió el cadáver en una finca propiedad de su familia en Navalacruz (Ávila).
En un auto al que ha tenido acceso EFE, la Sección 23 de la audiencia madrileña desestima el recurso de Jesús Pradales contra el auto que acordó que los hechos fueran enjuiciados por un tribunal de jurado.
Los magistrados, siguiendo el criterio de la Fiscalía y de la acusación particular, rechaza la pretensión de Padrales, quien argumentaba que se trató de un homicidio imprudente porque "no pretendía acabar con la vida de la víctima, aunque ese acabara siendo el resultado", o de un "homicidio preterintencional", que es aquel en el que el agresor actúa igualmente sin intención de matar pero sí de causar lesiones, utilizando un medio idóneo para ello.
La Sala resuelve que "el recurso carece de fundamento", toda vez que, conforme declaró el propio denunciado, la muerte violenta investigada "exige la incoación de procedimiento ante el tribunal del jurado", ya que "los hechos objeto del presente procedimiento presentan caracteres de un delito de homicidio consumado".
Destaca que, presuntamente, el acusado discutió con la víctima, la mató y la descuartizó el 23 de febrero de 2003, y luego trasladó los restos de Madrid a Ávila, donde los enterró y donde no fueron hallados hasta 2019.
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"El recurso de apelación carece de soporte argumentativo", concluye la Sala, que confirma íntegramente la resolución impugnada y subraya que se trata de un delito de violencia de género.
El letrado de la acusación particular, Juan Manuel Medina, ha expresado a EFE su satisfacción por esta decisión.
En su última declaración judicial, el pasado 13 de diciembre, Jesús Pradales volvió a reconocer -como hizo tras su arresto- que quitó la vida a su mujer en el transcurso de una discusión, sin tener esa intención, y luego la descuartizó y llevó sus restos a Navalacruz (Ávila).
En esa declaración judicial pidió perdón a la familia de la víctima.
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