Tres años del estado de alarma: ¿Cómo hemos cambiado?

Valladolid

¡Tres años han pasado ya! Y cómo hemos cambiado, ¿verdad? El martes 14 de marzo se cumple el aniversario del momento en el que Pedro Sánchez anunció que decretaba el estado de alarma por el que deberíamos quedarnos en casa durante 15 días. Se suspendían las clases, el trabajo se debía hacer en remoto y solo acudir a las empresas los trabajadores esenciales, las calles se vaciaron, los bares y restaurantes se cerraron y así durante 3 meses.

Desde aquel momento hasta ahora, hemos vivido muchas cosas, perdido a seres queridos, hemos perdido capacidad de relacionarnos, hemos vivido pegados a una mascarilla, videollamadas, reuniones de trabajo online, falta de abrazos… en tres años hemos perdido muchas cosas y otras las hemos ganado. Lo que nadie puede negar es que hemos cambiado en muchos aspectos.

Una sociedad más individualista

Tres años son suficientes para que la sociedad cambie. Lo estamos viendo cada día. No somos la misma sociedad que en 2019, ni lo volveremos a ser. La COVID-19 nos ha cambiado a todos en mayor o menor medida. "Lo podemos percibir y lo podemos sentir. Para definir el cambio igual es demasiado pronto, pero ya los estamos percibiendo y sintiendo todos", explica Natalia Arcajo, miembro de la Asociación Profesional de Sociología de Castilla y León.

Los sociólogos que han estado trabajando en descifrar los cambios que ha supuesto la pandemia para la sociedad han detectado que "la sociedad es mucho más individualista, se ha generalizado el individualismo, esa atomización social, esos cambios en nuestra forma de relacionarnos que se ven ejemplificados en el asociacionismo y la participación ciudadana. Si vemos el número de asociaciones que hay y la implicación de los participantes, es mucho menor que antes de la pandemia", explica la socióloga que además constata que esto ha aparecido en estudios que han realizado con jóvenes y personas mayores: "Las asociaciones no han llegado a recuperar la actividad previa a la pandemia. Puede ser por miedo, puede ser por falta de costumbre, puede ser por muchos factores". Los estudios de estos sociólogos revelan que esa reducción en la participación se venía detectando antes, pero la pandemia lo ha acelerado todo.

Un sistema de salud más debilitado

Hemos vivido una crisis sanitaria y hemos necesitado más que nunca a nuestros profesionales y los recursos de los que disponía nuestro sistema de salud, que a principios de 2020 era un sistema de salud que copiaban muchos otros países, muchos sacaban pecho por él, pero en el momento que recibió la avalancha de necesidades provocadas por la pandemia, ha mostrado que no es tan fuerte como algunos señalaban. "Es el resultado de haberse tensionado tanto el sistema durante la pandemia y que ya venía, por lo menos en Castilla y León, arrastrando dificultades desde antes", ha contado Susana Simón, miembro de la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública, en la entrevista mantenido en el programa A vivir que son dos días Castilla y León. Susana remarca que "la atención primaria era la joya de la corona y la envidia de otros sistemas sanitarios, pero una atención primaria, si la tensionas y luego no apuestas por ella de una forma clara, no puede hacer magia. Se infravaloró lo que iba a suponer la pandemia y no nos hemos recuperado. De hecho tenemos edificios sanitarios abiertos, pero vacíos de profesionales".

La tecnología ha avanzado, pero hay más brecha digital

Antes de la pandemia, las videollamadas familiares, las reuniones telemáticas o las plataformas para ver cine y series en streaming no tenían tanto éxito como ahora. Mario Tascón, escritor, periodista y consultor especializado en el sector de la tecnología, además de socio de la consultora Prodigioso Volcán, ha explicado en A vivir que son dos días Castilla y León que "la tecnología hoy es omnipresente, se ha acelerado mucho con la pandemia todo este mundo de pantallas en el que ahora vivimos más a menudo". Y lo que empezó siendo algo positivo, para ver a nuestros familiares en videollamada o agilizar trámites burocráticos, ahora se ha convertido en una importante brecha digital para las personas mayores. Mario Tascón lo tiene claro: "Si tuviéramos que señalar un problema que ha generado esta digitalización, es teste: hay una brecha digital mayor", algo que ha dejado fuera del sistema a varios millones de personas en el país.