Semana Santa en Ávila: cinco momentos que no podrás olvidar
Estas son algunas de las procesiones que más expectación despiertan
Ávila
La Semana Santa de Ávila, declarada de Interés Turístico Internacional desde 2014, cuenta con momentos cargados de emotividad entre el Viernes de Dolores y el Domingo de Resurrección, aunque si algo caracteriza a la Semana de Pasión abulense es su sentido religioso, su recogimiento y un rico patrimonio que impregna cada uno de los desfiles procesionales.
La austeridad ya clásica de esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad marca igualmente cada uno de estos días en los que también pueden verse desfiles más propios de otros lares, junto a las clásicas procesiones caracterizadas por el conocido rigor castellano que, de la misma forma, marca algunos actos religiosos de la provincia.Los 5.000 cofrades de las hermandades y cofradías de la capital participan en alguna de las quince procesiones que discurren por escenarios de un casco histórico espectacular, que arropa a penitentes y pasos procesionales, protagonizando momentos irrepetibles e inolvidables desde el punto de vista devocional e iconográfico
El Encuentro ante la Catedral
El Lunes Santo, la primera catedral gótica de España es la 'espectadora' principal, junto a miles de personas, de uno de los momentos más especiales de la Semana Santa de Ávila: el encuentro de Cristo y su madre, en un emocionante acto en el que las dos imágenes se aproximan 'bailadas' por los anderos que las portan.
Conocida como la procesión del "Encuentro", en realidad este acto es el punto culminante de dos procesiones protagonizadas por las imágenes del Santísimo Cristo de la Ilusión y Nuestra Señora de la Esperanza, que se cruzan ante el imponente templo, antes de emprender distintos caminos por itinerarios diferentes.
Una procesión con sabor andaluz
El Martes Santo llega uno de esos momentos en los que la Semana Santa de Ávila vuelve su mirada hacia Andalucía, después de que en 2005 la "Procesión de la Estrella", que parte de la iglesia de "Las Gordillas", se convirtiera en la primera de Castilla y León en contar con costaleros para portar sus dos grandes tronos.
Desde entonces, la puerta lateral del templo reúne a cientos de personas, expectantes para ver salir, con muchas dificultades, los tronos de "Nuestro Padre Jesús Redentor ante Caifás", portado por 40 costaleros con un peso que ronda los 1.000 kilos, y "Nuestra Señora de la Estrella", mecida por una treintena de costaleros.
Las dos imágenes, que tardan en torno a una hora en salir del templo, después se dirigen al centro de la ciudad, para después regresar a su iglesia titular para protagonizar una entrada llena de dificultades para los costaleros.
Tres décadas de un Miserere sobrecogedor
En la medianoche del Martes al Miércoles Santo, tiene lugar una de las procesiones más sencillas, emocionantes y auténticas de la Semana de Pasión de Ávila, con el único sonido de las carracas, las cadenas, las esquilas y los báculos o cetros que portan los anderos que portan la bellísima imagen de La Magdalena, una talla anónima del siglo XVI.
Este desfile procesional de carácter penitencial y severo, surgido hace tres décadas, parte de la iglesia de Santa María Magdalena y discurre por algunas de las más bonitas y estrechas calles del casco histórico, hasta llegar a la ermita del Humilladero, donde se canta el "Miserere", el salmo penitencial que da nombre a la procesión.
La muralla, escenario para un Via Crucis excepcional
En la madrugada del Viernes Santo -5.00 horas- se desarrolla el acto más icónico y, quizá, de mayor sentido religioso, de la Semana Santa de Ávila, con la muralla de Ávila como escenario pétreo junto al que transita la sobrecogedora imagen del Santísimo Cristo de los Ajusticiados (S. XVI), acompañada por miles de fieles.
Se trata del Vía Crucis Penitencial en torno al principal monumento abulense, convertido, para muchos, en el momento culminante de esta Semana de Pasión que tiene en las dos horas y media que dura el recorrido uno de los instantes más extraordinarios, en una procesión que arranca en la oscuridad y culmina amaneciendo.
"Los negros" en Bonilla de la Sierra
En la provincia, el Viernes Santo ofrece la oportunidad de vivir una de las procesiones o actos más singulares de la Semana Santa en la pequeña localidad de Bonilla de la Sierra, considera entre los pueblos más bonitos de España, debido a su sorprendente patrimonio y su ubicación, con la Sierra de Gredos de fondo.
Se trata de la austera procesión de "Los Negros", protagonizada por tres penitentes que, vestidos de luto riguroso y distanciados por 30 pasos y 50 metros, van anunciando la muerte de Cristo en un estremecedor desfile en el que tocan, acompasados, la esquila, el fagot y el tambor.Este último instrumento retumba de forma turbadora en el interior de la iglesia de San Martín de Tours (s. XV), de donde parten.