Lágrimas, emoción y mucho trabajo detrás de un ascenso histórico para Aranda

Aranda de Duero

Es un deporte que suele ser cruel porque lo normal es encontrarse con cruces y no con caras. Pero este domingo de Resurrección la Arandina lograba, tras un año que pasa a la historia (líder imbatido, sin una sola derrota en toda la liga), el ascenso a Segunda RFEF directo al quedar campeones de liga (lo que también supone jugar la próxima edición de la Copa del Rey, por cierto).

Para un presupuesto bajo en comparación con otras épocas, en una liga con transatlánticos como el Salamanca CF UDS y otros grandes equipos como Ávila y Astorga, lo obrado es casi imposible. Y tiene un nombre y apellidos: Álex Izquierdo. Este técnico arandino de nacimiento siempre ha estado ligado al club (primero como jugador, luego como preparador físico y por último como entrenador en estas últimas tres temporadas), y al término del partido, como puede visualizarse en vídeo superior, lloraba de emoción.

“El fútbol es un deporte que te quita mucho, pero a veces te da. Hoy me acuerdo de todos con los que he compartido esta experiencia y con toda nuestra gente. El pueblo se ha volcado, el campo se ha llenado, y para mí este es un día inolvidable”, decía después en la retransmisión de la SER.

Álex Izquierdo ha demostrado ser no solo un gran gestor de vestuario, también un buen estratega y conocedor de los jugadores y equipos a los que se enfrenta. Ha sido capaz con maravillosos retoques, de potenciar la misma columna vertebral con la que el pasado año se quedaba a las puertas del playoff para llevar al club de su vida a lo más alto. Con un proyecto continuista y comprometido como el que más, no se puede más que reconocer la figura de alguien que, en compañía de un cuerpo técnico muy humano e igualmente comprometido que también ha sido clave en esta empresa, ha logrado lo que tanto ansiaba el club en un año para el recuerdo. La solución estaba en Aranda. Hay jugadores y entrenador para rato.