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Cerca de 2.000 alegaciones contra la mina a cielo abierto en el Nordeste de Segovia

Han presentado alegaciones los componentes de la Plataforma ciudadana contra la mina y los alcaldes de los seis pueblos afectados

Cerca de 2.000 alegaciones contra la mina a cielo abierto en el Nordeste de Segovia

Cerca de 2.000 alegaciones contra la mina a cielo abierto en el Nordeste de Segovia

Segovia

Los alcaldes de seis pueblos del nordeste de Segovia han presentado este miércoles alegaciones contra el proyecto de la empresa gallega ERIMSA de abrir una mina de cuarzo que ocuparía 1.692 hectáreas en sus municipios porque consideran que tendría "muchos perjuicios" y ningún beneficio económico para la zona.

Los representantes de los municipios de Barbolla, Castillejo de Mesleón, Cerezo de Abajo, Cerezo de Arriba, Duruelo y Sotillo -dos del PP y cuatro del PSOE- han acudido este miércoles a la Delegación Territorial de la Junta en Segovia, acompañados por miembros de la Plataforma Contra la Mina a Cielo Abierto en el Nordeste. La empresa promotora que ha pedido autorización a la Junta de Castilla y León para llevar a cabo el proyecto es Explotación de Rocas Industriales y Minerales, S.A (ERIMSA), domiciliada en La Coruña, filial de la compañía noruega Elkem, cuyo accionista mayoritario es el grupo chino National Bluestar.

El regidor de Barbolla, Basilio del Olmo (PP), ha señalado en declaraciones a los medios este miércoles que cuentan con "el apoyo de toda la zona" para presentar estas alegaciones e intentar que la mina no se lleve a cabo."Creemos que nos perjudica a todos los ayuntamientos y que no vamos a tener ningún beneficio económico con esta planta y sí muchos perjuicios" ha comentado el alcalde de este municipio segoviano de 141 habitantes censados.

Del Olmo ha puesto como ejemplo la afectación en la calidad del agua del acuífero que hay bajo los terrenos donde se instalaría la mina, de la que beben muchos más pueblos de la provincia.También ha asegurado que la economía de los agricultores de la zona se vería muy perjudicada porque perderían las 1.600 hectáreas de las ayudas de la PAC y que sería un "destrozo" para las carreteras y caminos "grandísimo".

La alcaldesa de Castillejo de Mesleón, Susana de las Monjas (PSOE), ha comentado a los medios que en su municipio, de 117 habitantes, ya hubo una mina de cuarzo en los años ochenta y la empresa que la promovió abandonó el proyecto a la mitad y dejó allí los montones de tierra y la zona totalmente degradada."Las tierras de donde sacaron el cuarzo no drenan, se encharcan porque es un terreno arcilloso. Si quitan el cuarzo, ese cuarzo ya no se recupera jamás", ha explicado la regidora, que asevera que actualmente estos terrenos aún no se han recuperado.

La empresa ha sostenido que sólo realizarían estos traslados en los meses de verano, pero esta alcaldesa asegura que es en ese periodo cuando reciben a toda la población flotante y por ese camino es por donde los niños juegan con las bicis y todo el mundo pasea: "Nuestros recursos también vienen del turismo", ha recordado. Estos alcaldes de las localidades afectadas se reunieron ayer con el viceconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León, Rubén Rodríguez, quien les aseguró que estudiarían las alegaciones "con lupa", según han contado a los medios este miércoles los regidores.

Por su parte, la portavoz de la Plataforma Contra la Mina a Cielo Abierto en el Nordeste Segoviano, Marisa Moro, ha informado de que durante esta Semana Santa han recorrido los pueblos afectados y ayudado a tramitar unas 1.600 alegaciones físicas y 200 telemáticas. La población empadronada que suma estos seis municipios es de 750 habitantes, pero Moro ha explicado que estos pueblos tienen "una población flotante muy grande" por su cercanía a Madrid y su riqueza natural, gastronómica y paisajística, que hace que en periodos vacacionales su población se cuadriplique."Ya hay gente que vive en los pueblos que nos está diciendo que si abre la mina vende su ganado y se va", ha asegurado Moro, que reside en Duruelo.

ERIMSA ha precisado en diversas ocasiones que su método de extracción es completamente diferente al tradicional y que en ningún caso ocasionará daños medioambientales ni afectará a la vida cotidiana de la población pero la plataforma, asesorada por diversos técnicos, no se cree estas promesas.Según la asociación, la compañía se llevaría todas las piedras mayores de cuatro centímetros de la zona, lo que incluye material constituido hace dos millones y medio de años, que ha conformado la estructura morfológica y el ecosistema del suelo de esta comarca."Eso destruye todo, entonces no pueden decir que es sostenible algo que destruye lo que lleva dos millones de años conformándose", se ha quejado su portavoz.

 
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