Detrás del fútbol, un joven que ama Aranda
A sus 29 años -menos que algunos de sus jugadores- Álex Izquierdo ha conseguido el ascenso del equipo de su ciudad a Segunda RFEF. Detrás de un vestuario exitoso hay muchos otros factores que trascienden el deporte, y un mundo que exige sacrificio
Detrás del fútbol, un joven que ama Aranda
Aranda de Duero
Es 'insultantemente' joven porque solo tiene 29 años, y porque casi cuatro a sus espaldas son como primer entrenador de la Arandina en un trabajo en el que normalmente se exige experiencia. Álex Izquierdo es el artífice del reciente ascenso del club de su vida a Segunda RFEF y también el que "se prepara los partidos 200 horas antes", decía uno de los capitanes del equipo, Pesca, en la celebración del ascenso el pasado lunes. Desde luego trabajo y rutina no le falta a alguien que según otro de los capitanes, Zazu, es un "maniático", pero sobre todo "amante de Aranda y la Ribera, su tierra". Porque Izquierdo es más que un entrenador. Es "una persona trabajadora, que disfruta de sus amigos y familia, al que le encanta su trabajo, y del que estamos muy orgullosos", dice su novia Nerea, que se ha sumado a la sorpresa inicial con la que hemos tratado de emocionar al 'míster' ribereño, pero conociéndole desde una faceta mucho más personal.
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El sacrificio del fútbol
Horas después del logro, Izquierdo sigue "muy emocionado" por el éxito conseguido, a pesar de su corta edad, que considera "un número". "Cuando me dieron la oportunidad de coger las riendas del equipo había dudas de si estaba preparado, pero los jugadores no te miden por el DNI, sino por lo que les puedes ayudar", asevera, explicando que "el fútbol es lo más importante de lo menos importante, porque lo más importante es la familia, los amigos, y momentos que a veces toca sacrificar; algo que merece la pena si le das a este deporte la importancia que tiene". Trabajar a diario pero también los fines de semana "supone perderte muchos cumpleaños, fiestas, comidas con los amigos o vacaciones; tienes que asumir que si quieres estar en este mundillo y hacerlo bien tienes que sacrificarte".
Así se vivió el ascenso a Segunda RFEF de la Arandina
Este deporte supone darse de bruces habitualmente, y muy pocos equipos logran su objetivo. Por eso para él, realmente lo importante "son las personas". "Esto es más que un balón y dos porterías, va de conocer gente, de vivir momentos buenos y no tan buenos en los que hay que ayudarse, y lo bonito viene de esa perspectiva", dice. Aun siendo tan joven, ¿es fácil marcar la distancia y jerarquía? "La idea siempre es convencer a la gente de una identidad. Primero del respeto y de los roles de cada uno, y luego entre ellos. Todos tienen esa parte de egoísmo que existe en cada uno de jugar, pero tienen que ayudarse y entender que el vestuario está por encima de todo. Y luego el cariño y amor. Lo primero es estar a gusto y felices. Y eso ha sido clave este año", asevera.
¿Se puede vivir del fútbol?
El deporte marca la vida de Álex Izquierdo, de momento. Porque la inestabilidad de un entrenador es continua. Aún le resta un año de contrato en el club de su ciudad, y prefiere ser "cortoplacista" porque se depende de los resultados, aunque sabe que algún día "tendrá fecha de fin y espero que no sea precipitado". La conciliación, además, no es fácil. "Una de las cosas que más respeto te hace tener el fútbol es entender la dificultad de la vida familiar; tenerte que separar de tu gente, y sobre todo cómo estableces un proyecto de pareja en la que toda decisión que tomes va a tener una importante trascendencia", dice, parafraseando al entrenador de Osasuna, al que sus hijas pedían sacar de los puestos de descenso hace tiempo "para no tener que irnos de la ciudad y dejar de ir al colegio a ver a nuestros amigos".
Mientras, cuenta que su día a día es "metódico", de mucha observación, pero también de generar motivación y emoción a los futbolistas. Pero más allá de su trabajo, "trato de sacar mis momentos para dedicar tiempo a mis padres, mi abuelo, a Nerea, y estar con mis amigos es lo que más me cuesta porque cuando yo tengo tiempo igual ellos no pueden". Un tiempo en el que trata de desconectar de la actividad que le ha hecho ser reconocido, dentro y fuera del fútbol, como persona. Porque eso es lo que es Álex Izquierdo, antes de míster de la Arandina. Una persona que quiere futuro para el club de su vida, pero que sobre todo, ha ganado al vestuario y a la afición tirando mucho de la mejor herramienta: el corazón.
Jorge Alvarado
Periodista. Responsable Digital de la SER en...