Jóvenes, viviendas y proyectos vitales

Palencia

El desarrollo del proyecto vital de cualquier persona requiere de algunas cosas esenciales: empleo y vivienda, son evidentemente, dos de las fundamentales.

Sin un empleo estable, con un salario digno y suficiente es inviable afrontar ese proyecto de vida. Sin la capacidad para emanciparse, adquiriendo una vivienda en propiedad o accediendo a ella a través del régimen de alquiler, ese proyecto también resulta imposible.

Los jóvenes menores de 35 años son hoy por hoy el mayor reto que tiene el sector inmobiliario. Su relación con el acceso a la vivienda es enormemente complicada. Según las últimas cifras de Eurostat, en España el 83% de los jóvenes entre 18 y 34 años viven con sus padres. La edad media de emancipación de sitúa en casi 30 años, una cifra que sitúa a nuestro país en el vagón de cola de la Unión Europea.

Una iniciativa que me parece enormemente interesante es la cuestión que ha generado una gran polémica en las últimas semanas: las denominadas “viviendas colaborativas”. Nuestros representantes políticos parecen estar de acuerdo en la idoneidad del proyecto, sin embargo, chocan en cuanto a la ubicación. Espero, sinceramente, que sean capaces de sacarlo adelante y no acabe durmiendo, como tantas cosas, en algún cajón, en ese limbo del “pudo ser pero nunca fue”.

En las últimas horas hemos sabido, además, que en Palencia dispondremos de 80 viviendas de la “SAREB”, la gestora que fue creada en el año 2012 para gestionar y vender los activos problemáticos de las entidades financieras que recibieron ayudas públicas, el conocido como “banco malo”. ¿De qué hablamos exactamente?. Hablamos de alquileres a precios asequibles. Hablamos de poner un poco de cordura a un mercado que ha dejado de tenerla hace ya demasiado tiempo.

En Palencia hablamos de 80 viviendas distribuidas entre la capital y varios municipios: Venta de Baños, Villarramiel, Baltanás, Velilla y Santibáñez de la Peña. Y aquí de nuevo y tristemente estamos en la cola. Somos la segunda provincia que dispondrá de un menor número de viviendas.

Probablemente ninguna de estas soluciones en sí mismas sean la panacea y consigan resolver un problema tan grave como este, pero quiero pensar que se pueden hacer estas y muchas más cosas porque si no conseguimos que los más jóvenes puedan emanciparse, que puedan acceder a una vivienda, no podrán plantearse otras cosas como crear una familia si así lo desean y no hace falta que les recuerde que las cifras de natalidad andan de aquella manera y que para mantener nuestro sistema de pensiones y viendo como la pirámide se ha invertido, nuestro sistema acabará saltando por los aires.

Necesitamos que nuestros políticos se pongan las pilas en este asunto y que se pongan de acuerdo porque nos jugamos mucho, tanto como que en ello nos va el futuro.