Aranda revive el fantasma del aislamiento ferroviario: sin tren desde hace diez días por un descarrilamiento en la única línea operativa

Aranda de Duero

Sin salida hacia el sur y ahora también sin conexión con el norte. Aranda vuelve a quedar aislada por ferrocarril: desde el pasado 10 de abril no llega ningún tren a la localidad después de que la línea entre Burgos y la capital ribereña quedara cerrada por el descarrilamiento de un vagón del convoy que regresaba hacia el norte tras suministrar mercancías a las empresas del polígono Prado Marina. Ocurrió entre los apeaderos de Sarracín y Villamayor de los Montes. Uno de los vagones del tren se salió de la vía y en su arrastre quedaron dañados cuatro kilómetros y medio de traviesas. El convoy pudo ser movilizado al día siguiente para despejar el lugar del incidente. Según indica ADIF desde ese momento se han llevado a cabo trabajos de recuperación de la infraestructura. La previsión del administrador ferroviario es que la intervención en la vía finalice a finales de esta semana. A las empresas receptoras de materia prima por el ramal Prado Marina ADIF les ha comunicado que el tráfico se reanudará a partir del próximo lunes.

De momento se han perdido una decena de tráficos que no han puesto en peligro el ritmo de funcionamiento de estas industrias siderúrgicas gracias a que su almacenamiento estaba bien surtido en este momento. Aún así alguna de ellas, que ya el martes 11 de abril contaba con un convoy cargado en el puerto de Bilbao dispuesto a iniciar el trayecto hacia Aranda, tendrá que contratar un porte limitado de acero a través de camiones,. Dicen que a pesar de que este medio de transporte encarece los costes, es aún más caro parar la producción. Confían en que ADIF cumpla el plazo dado de reanudar el tráfico de la vía en los próximos días.

El episodio ha hecho recordar el sucedido en marzo de 2011, cuando el derrumbe del túnel de Somosierra obligó a cerrar, en principio temporalmente, el tramo de esta misma línea entre Aranda y Madrid. Más de doce años después el túnel continúa sin rehabilitarse y sigue en su interior la bateadora que quedó atrapada. El tramo continúa cerrado siendo permanente objeto de polémicas y promesas a partes iguales, sin que ningún gobierno de los que se han sucedido en el poder se haya atrevido a cerrar definitivamente la línea, aunque la falta de mantenimiento está dificultando cada vez más una reapertura que forma parte de cada campaña electoral. Durante cinco años el cierre de ese tramo supuso también la desconexión completa de Aranda por vía férrea, hasta que en enero de 2016 y después de la inversión realizada por la Junta para hacer un ramal hacia el nuevo polígono Prado Marina, se reanudara el tráfico de mercancías desde el norte de España hasta Aranda a través de Burgos capital.