Hostelería, vapuleada por unos, deseada por todos

Palencia

Nuestros bares, cafeterías, restaurantes y terrazas son muy deseados pero a la vez vapuleados por cierto sector crítico de la ciudad.

Es tan importante la hostelería, que genera de forma continua noticias y debates que recogen los principales medios de comunicación especialmente en redes sociales.

Aparte temas pasados como los referentes a la pandemia con sus cierres forzados y polémicas distancias sociales, temas latentes y recurrentes como las condiciones laborales de este sector que tantísimos empleos genera o temas espinosos aún sin resolver que se encuentran en fase de decisión final como el asunto de las terrazas, han ido apareciendo otros de menor calado.

En esta línea estarían asuntos como, la obligatoriedad de dar agua gratis. Siempre hemos dado agua del grifo a quien nos lo ha pedido, a los clientes y a un niño o cualquiera que viniendo de la calle ha entrado a la barra y nos ha pedido por favor un vaso de agua. Otra cosa es el caso de quien ocupa una mesa y dispone de los servicios del local y se pide solo agua gratis, no tiene sentido.

Otro asunto es la conveniencia o no de subir los precios como demanda la inflación, algo que no se está haciendo, y acabará ocurriendo porque los costes de absolutamente todo, mercaderías, servicios e impuestos han subido y los precios de venta apenas se han tocado.

Otra cosa que se está haciendo en algunos restaurantes y terrazas, en Palencia no, es limitar el tiempo de estancia por consumición, y no me parece mal. Cada negocio es libre de marcar sus normas y el cliente de decidir dónde va o no.

O los dos últimos temas surgidos, restaurantes que están cobrando como los hoteles lo hacen, por no presentarse a una reserva sin haberla anulado previamente, y por esto, aparte de falta de educación y respeto por parte del cliente, es justo que estos "clientes" paguen por esa mesa que permaneció montada y reservada para ellos en detrimento de otros clientes con grave perjuicio económico para el negocio. Me parece fatal y no cuesta nada hacer una llamadita.

Y por último el tema de las propinas que algunos negocios de hostelería están empezando a plantear, como casi obligatorias. En sitios como en Nueva York la propina no es un premio sino parte de la cuenta y se sitúa entre un 15 y un 30% de la misma , ¡vaya palo! Ocurre en muchos sitios de Europa, grandes ciudades turísticas como Praga, en donde te sugieren la propina incluso pagando con tarjeta. Cada vez en más sitios de España, en Palencia no, se trata de imponer esta cultura con la que no estoy de acuerdo como usuario. Creo que la propina debe ser algo voluntario que premie un buen servicio, calidad, simpatía o lo que cada uno entienda como un buena atención.

Sea como sea, la hostelería siempre en boca. Otro día hablamos de la tapa gratuita de cortesía.