Docampo salva el puesto...de momento

León

Un día después del descalabro que ha llevado el pánico a la sede del Reino de León, Eduardo Docampo continúa siendo el entrenador de la Cultural. ¿Lo será cuando arranque el próximo partido? Es la pregunta que tiene en vilo al culturalismo y a la que la dirección del club aún no puede dar una respuesta firme, aunque todos los indicios apuntan a que el vasco seguirá una semana más al frente del equipo. Y ya no se debe a una confianza plena, No. El escenario ha ido cambiado con el paso de las semanas y ayer se tocó fondo en el Romano de Mérida, pero a falta de cinco jornadas ninguna solución convence plenamente. Es un hecho que Docampo ha perdido casi todos los apoyos hasta el punto de que la destitución ha estado encima de la mesa tras la derrota de ayer. De hecho, últimamente su gran (¿y único?) aval ha sido Aspire, la clave para entender su fichaje por la Cultural cuando ni siquiera José Manzanera había firmado como director deportivo. Y durante meses le competición le dio la razón a la academia, pero los resultados hablan por sí solos.

Con el paso de las horas pierde fuerza, aunque no se puede descartar de manera taxativa, la posibilidad de dar un volantazo en la parcela técnica, entre otras cosas porque dentro de la casa blanca no hay una alternativa de peso como lo fue en su día Ramón González y el mercado tampoco convence en las circunstancias actuales. Para cinco partidos se precisa de un perfil muy concreto que no abunda cuando, además, el club quiere tener las manos libres para, en verano, retomar la búsqueda del entrenador que se le resiste en las últimas temporadas. El debate sobre la conveniencia de este movimiento a estas alturas de la liga está en la calle (ayer los propios aficionados se llevaban la contraria) y, por supuesto, en las entrañas del Reino donde, salvo sorpresa, los cambios apuntan en otra dirección.

Lo deslizó tras la derrota de ayer Docampo y lo tienen claro los dirigentes. Con o sin Docampo hay que dar un giro y le compete al técnico propiciarlo. El club se encargará del ambiente externo, pero llega la hora de los cambios sobre el terreno de juego. El inmovilismo debe tocar a su fin y así se lo harán ver una semana más las personas, de aquí y de allí, más cercanas a un técnico abatido después del desplome sufrido por su equipo, que mostró sus miserias a los cuatro vientos. Chirría su terquedad en la elección de jugadores y su rigidez en cuanto a planteamientos a pesar de estar al frente de la peor segunda vuelta de la historia de la Cultural. Seguramente poco tenga que ver en los errores individuales que están metiendo al equipo paulatinamente en la batalla por la permanencia, pero tampoco ha dado soluciones. Y para colmo, sin obviar la nula eficacia, defensiva y ofensiva, en la estrategia, la sustitución de Obolskii como guinda.

El primer paso de Docampo deberá ser el rearme personal. Tras el choque se le vio particularmente afectado, como al resto de la expedición, donde se rumia el malestar de varios futbolistas. La siguiente misión del técnico será recuperar la cohesión del grupo, una parte del cual se ha visto apartado en las últimas semanas. Y serán necesarios todos porque, amén del estado de forma de algunos jugadores,, las lesiones y las sanciones amenazan. De hecho, para recibir el domingo al Celta B el centro del campo queda hecho jirones. Tarsi cumplirá un partido de sanción Jesús Álvarez sufrió ayer un fuerte esguince de tobillo que obligará a pruebas radiológicas y está casi descartado, y Kevin Presa sale de lesión, aunque se cuenta con su concurso, Para acompañarle, la prueba de Cristian en el feudo emeritense salió rana y parece defenestrado Alberto Solís, que forzó para estar disponible, pero que se pasó los noventa minutos sentado en el banquillo.