ChatGPT, la sevillana y el toro

Palencia

Puede que sea la herramienta de moda, esa que está presente en muchas de nuestras conversaciones desde que se presentó el pasado año, pero la verdad es que cada vez que genera más dudas, más reticencias.

Me refiero, algunos lo habrán supuesto ya a ChatGPT, esa famosa herramienta que funciona mediante inteligencia artificial y que, explicándolo de una forma muy simple, tiene como fuente principal para “alimentarse” todo lo que puede encontrar en internet. Cuando digo todo, es todo, es decir, lo verdadero, lo falso, lo objetivo, las opiniones y todo lo que estas suponen de puerta de entrada al sesgo, el racismo, la intolerancia, la discriminación etc. etc. etc.

Lo último son los resultados de un análisis realizado por el portal “Computer hoy” que ha utilizado ChatGPT para intentar descifrar cómo es la personalidad de los ciudadanos que residen en España en función de su localización geográfica, o, dicho de otro modo, en función de la comunidad autónoma en la que residen.

Para ello han utilizado el llamado “modo diablo”, es decir, sin filtros, recogiendo todo lo que se encuentra en internet sin distinción alguna.

Los resultados no es que no me aporten nada sino que me parecen un viaje en el tiempo a la España del tapete, la sevillana y el toro encima del televisor. Un cúmulo de estereotipos que a estas alturas, ingenua de mí, entendía ya superados, en un país que quiero ver como algo más moderno y mirando al futuro.

Como ejemplos los habitantes de Andalucía han sido definidos como vagos, poco puntuales, cotillas y con tendencia a la fiesta en lugar del trabajo. Los de Cataluña como elitistas, distantes y egoístas. Los ciudadanos de La Rioja aburridos y sin sentido del humor, los habitantes de Galicia como personas desconfiadas y pesimistas…

En cuanto a nosotros, los ciudadanos de Castilla y León no salimos muy bien parados ya que nos tilda de anticuados, señala que no aceptamos los cambios modernos en la sociedad y que solo pensamos en el ganado y la agricultura.

Ya sé que no tiene más importancia pero me ha dejado bastante mal sabor de boca por lo que supone de compendio de estereotipos viejunos y no me gusta, reconozco que no me gusta.

Que la inteligencia artificial forma ya parte de nuestra realidad es algo innegable. Que hemos de tratarla con la máxima precaución o mejor dicho que hemos de ser capaces de regular todo esto de una forma coherente, es urgente y necesario, porque si no acabaremos sin saber discernir lo auténtico de lo falso, lo real de lo creado o mejor dicho manipulado por una máquina…

Que no digo yo que no nos pueda aportar muchas cosas en positivo pero de momento a mí, repito, me genera muchas dudas o enciende en mí muchas alarmas.

Por cierto hoy, 2 de mayo, se celebra el Día Internacional contra el acoso escolar. Una jornada para reflexionar sobre un asunto realmente grave y que afecta de forma directa y muy preocupante a la vida de muchas niñas, niños y adolescentes.

Se me ocurre que tal vez sea un buen día para charlar con nuestras hijas e hijos sobre el asunto.