Sobre salud
La Firma de Eva Calleja
"Sobre salud", la Firma de Eva Calleja
03:08
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Palencia
Estamos tristemente acostumbrados a que Palencia ocupe puestos muy discretos o a situarnos a la cola en muchas listas… no en todas, eso es cierto, pero sí en algunas que tienen mucha relación con posibilidades laborales o de futuro.
La historia se repite estos días con un asunto de gran sensibilidad e importancia como es la sanidad.
Nuestra provincia, junto con las de Ávila, Segovia, Soria y Zamora, tiene el triste récord de ser la que ha asignado menos plazas a nivel nacional de puestos de MIR (médico interno residente). Les cuento. El 29 de abril arrancó el proceso para elegir plaza para realizar, durante los próximos años, la residencia en un hospital o centro de salud. Pues bien, estas provincias, entre ellas Palencia parecen ser destinos muy poco apetecibles por los médicos, de manera general nuestra comunidad de Castilla y León.
Y habría que darle una vuelta a las causas porque realmente es algo francamente sintomático y también preocupante. ¿Cuál es el problema? La dispersión, las condiciones laborales… una suma de ambas?
En el otro lado de la moneda, y sin dejar la sanidad y la salud, estos días, concretamente el pasado viernes, hemos tenido la que probablemente sea una de las noticias más esperada y deseada. La OMS, la Organización Mundial de la Salud decretaba el fin de la emergencia internacional por la covid.
En estos más de tres años se han contabilizado oficialmente 765 millones de diagnósticos y casi 7 millones de muertes, aunque seguramente estas cifras se queden cortas según todas las estimaciones.
Una pandemia que vino a cambiar el mundo y que nos ha dejado heridas a todos. A las pérdidas humanas se sumaron graves consecuencias económicas y un duro impacto en la salud mental de muchas personas como consecuencia del miedo, la soledad, el aislamiento y la ansiedad.
Si he de ser sincera tengo un poco descolocados los recuerdos y algunas etapas de estos tres años. Tal vez sea que el cerebro tiende a borrar algunas cosas para que no nos sigan dañando.
Y si el mundo ha cambiado, yo creo que también he recolocado algunas cosas. Si antes relativizaba todo ahora aún mucho más. Si antes trataba de disfrutar de todo lo que la vida me ponía por delante, ahora aún mucho más. La pandemia vino a darnos un bofetón de realidad y a evidenciar nuestra inmensa fragilidad. Trato de vivir cada día como si fuera el último, pongo toda la energía en reír más, bailar más, estar más con la gente que quiero y darles montañas de abrazos y besos. Y, aún así, siempre me parecen pocos.
Me enfado menos, aguanto poco o nada cerca de la gente que no me aporta nada, qué pérdida de tiempo ¿no?.
Si la pandemia me enseñó algo es a mirar a la vida a los ojos y a abrir bien los míos para no perderme nada.
Ya no hay emergencia internacional pero el virus sigue aquí, vino para quedarse así que cuídense y cuiden a los demás. Merece mucho la pena. La vida es chula.