El misterio de Aguilar: empleo creciente, población menguante
La Firma de Javier Gómez Caloca
"El misterio de Aguilar: empleo creciente, población menguante", La Firma de Javier Gómez Caloca
Palencia
Buenos días, la mayor causa de la despoblación rural es la inexistencia de oportunidades de empleo. En Palencia tenemos el mejor ejemplo, la desaparición de la minería, trajo el desplome demográfico de todos los municipios de la cuenca, en especial de Guardo, que en lo que llevamos de siglo ha perdido un tercio de su población.
Hasta aquí todo lógico, lo que, a primera vista, puede sorprender es que una fuerte creación de empleo coincida con una pérdida constante de habitantes.
Éste es el misterio de Aguilar de Campoo: municipio de empleo creciente y población menguante, que envejece y que, en los próximos diez años, verá cómo por cada cien que accedan a la edad de jubilación, entre sus vecinos, solo hay 41 para sustituirlos. En pocos años se dará un fenómeno curioso: cada vez más empleos en un municipio sin desempleo, pero con mayoría de pensionistas entre sus moradores.
Dos datos; desde enero de 2007 a enero de 2022, desde hace 16 años, la población del municipio ha disminuido un 8,5%, 617 habitantes menos. En este mismo espacio de tiempo, el empleo, los cotizantes a la Seguridad Social se han incrementado más del 23%.
No creo en el localismo, es bueno que la mano de obra se mueva de un municipio a otro, que Guardo sobreviva gracias a Aguilar, que pernianos transiten todos los días, ida y vuelta, la infame carretera CL-627, que más de 600 cántabros, campurrianos la mayoría, pasen Pozazal, que desde la capital hacia arriba suban dando botes por la autovía decenas de trabajadores, que hasta de Burgos vengan, unos y otros en busca de un salario, porque la gente vive donde puede, solo a veces donde quiere.
Es la inexistencia de vivienda a precio asequible y, en fin, la ausencia de planificación del urbanismo municipal que no ha ido parejo al desarrollo económico del municipio la causa última de este desajuste entre empleo y demografía.
Un Ayuntamiento, gobernado estos 16 años por los mismos, no debería contentarse con tener grandes empresas que pagan sus impuestos en la localidad mientras cada vez hay menos gente que vive en el municipio. Hasta ahora, el Ayuntamiento es un chollo para los pueblos, provincias y Comunidades vecinas, pero está cortando las alas al futuro del municipio.
En los últimos diez años, datos del Ministerio, la media anual de venta de vivienda nueva no llega a 19, y de vivienda protegida, pública, más asequible, 39 en el total de la década. Así es imposible. Esto no lo arregla las tantas veces inauguradas, todavía sin acabar, 19 viviendas de la Junta. Para empezar, habría que poner un cero a la derecha de esta cifra y de alquiler. De nada vale tener suelo urbano para 12.000 habitantes, como dijo la Alcaldesa hace dos años si no se trabaja en su desarrollo.
Creo que detrás de la falta de previsión y desarrollo urbano que se arrastra, además de una incapacidad de gestión desde el Ayuntamiento y el desinterés de la Junta de Castilla y León hay una estrategia política de conservación del poder. No son pocos los casos de Ayuntamientos que han visto cambiar sus mayorías políticas cuando se producen incrementos poblacionales más o menos fuertes. Más si, los hipotéticos nuevos pobladores pueden tener un perfil de clase, en nuestro caso, de trabajador industrial.
Se está sometiendo, egoístamente, el futuro de un municipio y de la provincia, su crecimiento poblacional y su rejuvenecimiento a intereses cortoplacistas de hegemonía política. Aunque no guste oírlo, así es.
Si a esto sumamos la inexistencia de oferta formativa acorde con lo que necesita la industria, por incomparecencia de la Junta, el tránsito diario de jóvenes trabajadores, será el sino del pueblo galletero.
Es la vivienda y la formación, estúpidos, que diría Bill Clinton.