Teresa Ribera insiste en sus críticas a la Junta por la gestión de los servicios públicos y asegura que son la "antítesis" de las políticas para ganar población

Valladolid

A pocas horas para que comience la campaña electoral del 28-M la actualidad política en la comunidad va a estar marcada por el contenido de una carta remitida por la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico al presidente Mañueco y al consejero de Medio Ambiente. Una dura misiva, a la que ha tenido acceso la Cadena SER y en la expone una serie de datos con los que justifica sus críticas a las políticas de la Junta a la hora de gestionar la sanidad o la educación en las zonas más afectadas por la pérdida de población.

La última polémica entre la Junta y el Gobierno central comenzó el 26 de abril en el Congreso de los Diputados cuando Teresa Ribera criticó que la Junta de Castilla y León "incentive el abandono de los pueblos, dejando que la gente viva a su suerte" al "cerrar consultorios, ambulatorios y centros educativos". Así lo aseguró durante su respuesta a la pregunta formulada por el diputado de Foro Asturias, Isidro Martínez Oblanca, sobre las medidas del Gobierno contra la despoblación, realizada durante la sesión de control al Gobierno.

Unas declaraciones que ya tuvieron respuesta un día después, cuando tras el Consejo de Gobierno, habló de ka "obsesión enfermiza" de la ministra con Castilla y León, a la que acusó de desprecia actuar con ·mala fe" con la difusión de "bulos" sobre la prestación de servicios, al tiempo que le ha reclamado que "cese" este "acoso". El asunto quedó ahí. Hasta que este miércoles, la vicepresidenta ha reiterado sus críticas a Castilla y León en materia de despoblación y ha asegurado que mientras que se ha "advertido una reversión muy importante de las tendencias a la despoblación por el mantenimiento de los servicios", hay una comunidad autónoma "donde las cosas van fatal, Castilla y León".

Así que el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco ha vuelto a manejar los mismos argumentos elevado un peldaño más al pedir la dimisión de Ribera por considerar que se trata de "ataques no sólo injustos sino indignos”. Y estas palabras de Mañueco, dos semanas después de que Ribera hablase por primera vez en el Congreso se explican también por la carta remitida el 5 de mayo y compuesta por cuatro folios más otros cinco de anexo que incluye referencias estadísticas así como alusiones a los informes del Procurador del Común.

Menos médicos y profesores

En la carta se vincula la pérdida de población en esta comunidad con la gestión de los principales servicios públicos por parte de la Junta. Así, la ministra Ribera, recuerda que en los últimos 10 años hemos perdido más de 173.000 habitantes. Y recuerda que en otros territorios como Castilla-La Mancha o Aragón registran datos menores o incluso con crecimientos. A partir de los datos de la propia Junta recuerda, por ejemplo, que en la última década ha cerrado una docena de colegios públicos en municipios menores de 5.000 habitantes, que hay un 17 por ciento menos de maestros en los centros rurales o que las zonas básicas de salud de los pueblos han perdido entre 2021 y 2022 50 médicos y más de 100 pediatras.

Y a partir de ahí, llega el mensaje político porque la vicepresidenta tercera concluye que todo esto es -y son palabras literales- la antítesis de las políticas demográficas que están aplicando otras autonomías que han tramitado leyes específicas de lucha contra la despoblación que garantizan la prestación de servicios en el medio rural. Además recuerda que Castilla y León ha recibido casi 26 millones de euros procedentes de la Secretaría General para el Reto Demográfico, la mayor cuantía de todas las comunidades. Una cantidad que, en cualquier caso, supone poco más del 1,2 por ciento del presupuesto para la Atención Primaria en la Consejería de Sanidad.

Ribera finaliza su relato con una mano tenida al expresar el "apoyo" del Gobierno y, en particular, de su vicepresidencia, para "impulsar el cambio normativo y estratégico que Castilla y León requiere para abordar los desafíos demográficos" y para aprovechar las oportunidades para "revertir la despoblación y fijar y atraer población al medio rural".