Las decisiones arbitrales desquician a un Valladolid que termina perdiendo con un Sevilla a medio gas 0-3

Valladolid

Un partido equilibrado que se rompió con dos decisiones muy polémicas del árbitro del encuentro. Porque la primera mitad tuvo un dueño, sobre todo en los últimos 20 minutos, que fue el Real Valladolid, al que es cierto que le costó meterse, pero que una vez que lo hizo acorraló a su rival hasta que llegaron las dos jugadas que a la postre marcaron el resto del encuentro.

La primera es más clara que la segunda. Larín consigue ganar el duelo a Badé y el delantero se fue sólo hacia la portería para terminar lanzando alto el remate. El árbitro no debería haber dado ventaja en una acción clara de gol y debería haber expulsado al central del Sevilla, pero no lo hizo. Después cumplido el 50' de juego deja lanzar un corner al Valladolid que despeja la defensa sevillista, el despeje le llega a Escudero que lanza un zapatazo que se va a gol, pero Ortiz Arias pita el final de la primera mitad justo cuando el balón se encaminaba a la red. Bronca monumental del público y de los propios jugadores del Real Valladolid cuando se encaminaban a vestuarios, donde según refleja el acta del partido, tanto el consejero delegado Mattieu Fenaur como el director deportivo Fran Sánchez fueron avisados por el propio colegiado por aplaudir y exteriorizar gestos despectivos en el túnel de acceso que el colegiado ganó pidiendo el respaldo de la policía.

Tremendo escándalo que afectó al Valladolid, que por cierto tardó bastante más de lo debido en salir al campo para el arranque de la segunda mitad. Entre los nervios, el enfado, la tensión y el famoso bajón físico, el equipo de Pezzolano comenzó a generar por un pasillo que delimitaban Lucas Rosa en su banda izquierda. Casi sin despeinarse el Sevilla olió sangre e hizo los goles, el primero de Rafa Mir nada más comenzar el segundo acto, el segundo del Papu Gómez tras una contra con el Valladolid volcado en busca del empate y el último de Tecatito ya en el 90' para cerrar una cuenta engañosa.

Polémicas aparte, que hicieron explotar por fin a Ronaldo Nazario que calificó de inadmisible lo ocurrido en el final de la primera mitad en sus redes sociales, tampoco se puede decir que fuera el día del Valladolid, que llegó bastante pero sin definición, ni a acierto, y que por momentos pareció de nuevo bastante descolocado sobre el campo.