Visto bueno a autorización administrativa a la central hidroeléctrica reversible impulsada por Viloria en Navaleo
El proyecto, que supondrá una inversión de 220 millones de euros, lleva cinco años de trámites administrativos
Ponferrada
La iniciativa, impulsada por el Grupo Lamelas Viloria, prevé aprovechar el agua de drenaje para producir electricidad no solo de la antigua mina de Navaleo situada en el término municipal de Torre del Bierzo sino también del resto de explotaciones del Bierzo Alto que vierten sus aguas subterráneas a Navaleo, que es el punto más bajo. Desde allí, explica Manuel Lamelas a estos micrófonos, se convierte en agua potable y se busca su salto a 500 metros de altura para convertirse en central hidroeléctrica cuando lo demande el mercado energético.
El gobierno a través de la secretaría de Estado de Energía publica hoy en el BOE la autorización administrativa previa, solicitada por el promotor el 14 de mayo de 2018, hace cinco años, "una tramitación farragosa que acabará por permitir un proyecto muy importante para el Bierzo y muy considerado en Europa", dice el empresario Manuel Lamelas.
La central ha sido concebida con el objetivo de generar energía eléctrica a partir del desembalse diario de un caudal de agua de 90 metros cúbicos por segundo, entre dos depósitos ubicados en los dos márgenes del río Tremor que se encuentran separados por una distancia de 710 metros. La producción anual de la instalación oscilará, en función del régimen de funcionamiento, entre 700 y 1.000 gigawatios por hora al año.
El recurso hídrico para el funcionamiento de esta central se obtendrá de una captación de aguas ubicada en la bocamina de Navaleo, donde aflora un caudal medio de 4.500 metros cúbicos diarios. Estas aguas, que salen al exterior de forma natural vertiéndose al arroyo Rial, contienen una elevada carga contaminante ya que arrastran consigo gran cantidad de metales pesados, principalmente hierro, manganeso, zinc, níquel y cromo.
El vertido tóxico que desde hace años sale al exterior por la bocamina de Navaleo procede de, al menos, cinco labores mineras abandonadas que se encuentran comunicadas entre sí y que expulsan el agua sobrante de las galerías disolviendo los metales que encuentran a su paso. En general, se trata de caudales elevados que no permiten ser depurados por métodos convencionales y el hecho de emplear tratamientos activos supondría un coste de depuración anual muy elevado.
Además de contaminar los cauces adyacentes e impedir el cumplimiento de la Directiva Marco de Aguas esta situación es una de las principales causas por las que el río Tremor no alcanza el buen estado químico y ecológico, tal y como pone de manifiesto el vigente Plan Hidrológico del Miño-Sil. Por eso, además de aprovechar las aguas residuales para uso hidroeléctrico, la central prevé aplicar diferentes tratamientos de neutralización, aireación, oxidación, floculación y decantación. Una vez depuradas, las aguas serán vertidas de nuevo al cauce.
Proyecto de Interés Común
El proyecto mina Navaleo ya cuenta con la declaración de impacto ambiental favorable y en 2018 obtuvo el respaldo del grupo de expertos en energía hidroeléctrica de la Comisión Europea. Así, la iniciativa que se plantea desde el Bierzo ha sido seleccionada como Proyecto de Interés Común (PIC), un requisito que ayuda a la obtención de fondos europeos. Cabe mencionar que las centrales hidroeléctricas de bombeo con agua de minas han sido incluidas entre las tecnologías que pretende impulsar el gobierno a través de la recientemente aprobada Estrategia de Almacenamiento Energético.