ASEBOR hace un llamamiento a la tranquilidad tras las heladas en la Ribera
Aunque han sido extensas, las zonas donde mayor viñedo se concentra se han librado
Viñedo ribereño / Consejo Regulador Ribera del Duero
Ribera del Duero
La Ribera del Duero amaneció el miércoles 17 de mayo con daños visibles en muchas zonas de la Denominación de Origen. Sin embargo, desde la Asociación de Bodegas ASEBOR hacen un llamamiento a la tranquilidad, pues si bien ha habido zonas afectadas, aseveran que "no compromete en ningún caso la cosecha 2023 ni la calidad de los vinos". Es más, "en las zonas donde han caído las temperaturas, en muchos casos son viñas recuperables".
ASEBOR explica que estas "no han sido heladas comunes sino ráfagas de viento frío, y por eso han sido tan irregulares y heterogéneas". "Llama la atención el hecho de que no haya afectado a zonas altas y páramos como por ejemplo, Moradillo, como suele pasar en heladas tradicionales. Sin embargo, ha afectado a zonas bajas", indican.
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Según el balance preliminar, las zonas más afectadas son Adrada de Haza, Hontangas, Quemada, Zazuar y Hontoria de Valdearados, pero "hay que ser cautos porque muchas de estas viñas se podrán recuperar". A este respecto hay que tener en cuenta que muchos viticultores y bodegas no habían empezado aún la poda en verde por lo que todavía hay tiempo de reacción. “Ha sido una helada atípica y ha afectado a muchas zonas pero por suerte se han salvado las zonas de mayor concentración de viñedo como Aranda de Duero, Roa o La Horra”, explica el presidente de Asebor, Iker Ugarte, sin olvidar otras zonas de peso Valladolid, donde el porcentaje ha sido bajísimo o Gumiel de Izán, Gumiel de Mercado o Peñaranda. “Ahí ha afectado de forma desigual pero los daños o son menores o recuperables”, especifica.
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Es importante recordar que la Ribera del Duero supera las 27.000 hectáreas. “Ha sido un golpe frío pero no compromete la vendimia”, sentencia.
