Tamayo: "Los Pajaritos tiene que ser un infierno para el Cornellà"

Soria

El Numancia necesita de su afición este sábado en Los pajaritos, en el duelo ante el Cornellà, 19.30 horas, en la última jornada de la competición y con la permanencia en la Primera división de la RFEF. Un duelo crucial en el futuro inmediato del club tras una temporada irregular. Las cuentas, recordemos, son sencillas: ganar es sinónimo de salvación; también empatar si, a la vez, no gana el Atlético Baleares (en su visita a Las Gaunas, ante SD Logroñés); e incluso perdiendo, si no gana el Baleares y si no empatan Real Unión y La Nucía, que se miden en otra final por la permanencia.

Pero lo más importante es que el equipo soriano depende de sí mismo antes de arrancar la jornada, por ello, los jugadores están adquiriendo en redes sociales el compromiso de darlo todo en el campo y pidiendo a la afición que haga lo mismo desde la grada. Jesús Tamayo, uno de los capitanes, es uno de los ejemplos. En SER Deportivos Soria lo tiene claro: “Los Pajaritos tiene que ser casi un infierno para el Cornellà. Sus jugadores tienen que pasar la peor tarde de su vida, hacerles sentir mal. En cada balón que tengan, en cada falta, en cada ocasión nuestra… que se sientan incómodos. Cada detalle. Que tenga presión hasta el árbitro”, enfatiza el 11 numantino.

“El año pasado tuvimos un partido clave por el título y el ascenso y este año es por otro objetivo, que no es sino quedarnos en la categoría a la que logramos ascender. Para mí es más importante aún que lo de hace un año”, añade. "Nos jugamos mucho", insiste.

Aunque la trayectoria del equipo no es halagüeña ni en cuanto a resultados ni en sensaciones, el ‘comandante’ quiere apelar al optimismo: “Tuve una experiencia similar, con el Inter de Madrid, hace años y salió bien. Y la situación era más complicada. Confío en el equipo, en el cuerpo técnico y, por supuesto, en la afición para conseguir el objetivo”. Reconoce ese ‘bloqueo mental’ del equipo, pero asegura que el vestuario lo tiene claro: “Es una final y estamos mentalizados. Hay compañeros que no duermen por los nervios y las ganas de que llegue el sábado”.