Los familiares de "los siete de Pajares" confían en los forenses que harán las exhumaciones en el Valle de Cuelgamuros
Tras veinte años de lucha esperan que el análisis de ADN les permita recuperar los restos de sus seres queridos fusilados en Pajares de Adaja en agosto de 1936 y que en teoría están en la caja número 198
Fausto Canales habla de los siete de Pajares en Hoy por Hoy
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Fausto Canales tenía dos años cuando en agosto de 1936 un grupo de falangistas entraron en su casa en Pajares de Adaja (Ávila) y se llevaron a su padre, Valerico Canales. Fue fusilado y enterrado en una fosa común abierta en una cuneta con otros cinco hombres y una mujer. En 1959 el régimen franquista trasladó sus cuerpos hasta el Valle de Cuelgamuros. Están en una caja con el número 198, una de las que abrirán los forenses que han entrado hoy en la cripta de la Capilla del Sepulcro.
Los familiares de Celestino, Emilio, Flora, Pedro Ángel, Román, Valerico y Víctor llevan veinte años luchando para recuperar sus restos y enterrarlos en el cementerio de Pajares de Adaja. Para ellos es un día que viven "con mucha ilusión, mucha esperanza y mucho realismo también, porque nos damos cuenta del tiempo pasado y de la complejidad de las exhumaciones", según declara Fausto Canales, portavoz de las familias.
Pese a las dificultades tienen plena confianza en el equipo de quince técnicos que está actuando allí ya que "son del máximo crédito tanto nacional como internacional, que van a trabajar con protocolos de Naciones Unidas y lo van a hacer perfectamente".
Su trabajo consiste en tomar muestras de ADN que compararán con las que han facilitado los familiares y que se encuentran en el Instituto de Toxicología del Ministerio de Justicia. En el caso de la caja 198 además de los cuerpos de los fusilados en Pajares de Adaja se cree que están también los restos de otras cinco personas asesinadas en otra localidad cercana, Aldeaseca.
Un cráneo y varios restos esperan en el cementerio
"Si es positiva la identificación nos darán los restos correspondientes y los llevaremos junto a los que tenemos en el memorial del cementerio de Pajares de Adaja", explica Canales, quien recuerda que allí hay una urna que contiene un cráneo, piezas dentales, algunas vértebras...restos que encontraron en el primer lugar en el que fueron enterrados, la fosa común que excavaron con la ayuda de la Asociación de Memoria Histórica de Valladolid. Esa excavación se hizo en el año 2003 y un año después se levantó el monumento conmemorativo en el cementerio.
Cada año las familias hacen un acto de homenaje en ese lugar. Suele ser el último fin de semana de agosto, el mes en el que fueron fusilados. "Hemos luchado conjuntamente por las diez personas asesinadas en Pajares de Adaja en el verano del 36", recuerda Fausto Canales. Son los siete que están en Cuelgamuros y tres más que aún no han sido encontrados.
"Es una cuestión de derechos humanos"
Fausto Canales confía en que ya nada pueda parar el proceso de exhumación de los restos de su padre. Tras veinte años de lucha y un procedimiento judicial muy complicado espera que ni siquiera un cambio político pueda interrumpir los trabajos que se han iniciado hoy. Con 88 años no quiere esperar más.
"Están pregonando en todas las ocasiones que tiene la oposición que van a derogar la Ley de Memoria Democrática. Pero una cosa es que deroguen la ley, y otra es que estas exhumaciones están plenamente fundamentadas y basadas en autos judiciales", argumenta. "Aparte de que es una cuestión también de derechos humanos...este es un caso especial y esperamos que se respeten todos los trabajos que se han hecho y los que están proyectados".
María Ángeles Hernández
Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Es redactora en SER Ávila desde 1994....