El Procurador del Común respalda la concesión del Palacio de Peñaranda para su uso como hotel termal

Peñaranda de Duero

La concesión del Palacio de Avellaneda para su futura explotación como hotel termal se ha llevado a cabo conforme a la ley. Así lo dice en el Procurador del Común de Castilla y León en una resolución que analiza pormenorizadamente el procedimiento que la Consejería de Cultura ha llevado a cabo para poner en manos del Grupo Olmedo Hoteles este edificio histórico de Peñaranda para su conversión en un complejo hotelero con spa. Lo ha hecho tras recibir una queja que cuestionaba tanto los motivos como el procedimiento de la concesión y también las posibles consecuencias para este bien de interés cultural.

El autor de la queja considera injustificada “la imposibilidad de dar un uso permanente al Palacio” que exponía la Consejería para llevar adelante esta concesión. Por el contrario, el Procurador del Común respalda el argumento de la Junta de que la concesión privativa de este bien tendrá efectos positivos en su rehabilitación y conservación y lo que ello lleva consigo “de cara a potenciar el desarrollo de la zona, lo que sin la entrada de la inversión privada resulta especialmente gravoso para los fondos públicos.”

También respalda el procedimiento administrativo que se ha llevado a cabo apelando a la normativa que prevé que sea la parte interesada es la que promueve este tipo de concesiones “demaniales”.

Y en cuanto a la sospecha que también planteaba el autor de la queja sobre la amenaza de este proyecto a la conservación de la identidad histórica y patrimonial del edificio, el Procurador del Común insta a que la Consejería de Cultura ejerza sus potestades de control e intervención para garantizar “la debida rehabilitación y conservación del inmueble respetando los elementos característicos de su singularidad”. En el mismo sentido añade que la Junta debe garantizar “un régimen de visitas que permita el acceso de los ciudadanos al Bien de Interés Cultural sin perjuicio de la explotación de la actividad hostelera para la que se ha hecho la concesión.”

En este sentido el procurador hace referencia expresa a que dicho régimen “habría de permitir la visita de las zonas más características del inmueble, tales como el denominado ‘Salón de Embajadores’”