Éxito de marcha ciclista por el Directo

Aranda de Duero

La expedición ciclista por el tren Directo Madrid - Aranda - Burgos alcanzó con éxito su meta este pasado sábado. Una decena de aficionados recorrieron los 185 kilómetros que separan por carreteras secundarias Aranda de Duero y la capital del España.

Tras su salida a las 07:00 horas de la Plaza Mayor de la capital ribereña y tras cerca de diez horas sobre la bicicleta, el grupo de corredores alcanzó su meta en la Estación de Chamartín. Allí al grito de "¡Tren, tren, tren... Aranda quiere tren!", se les sumaron varios compañeros de apoyo que se unieron a la reivindicación por la reapertura del tren Directo.

Pablo de la Rubia, promotor de la idea ha compartido una carta abierta en los medios de comunicación:

Mi nombre es Pablo de la Rubia. Tengo 39 años. Soy burgalés, nacido en Aranda de Duero. Cuando yo nací en Aranda de Duero había tren. De hecho, recuerdo que uno de mis primeros viajes a Madrid, lo hice en un tren gris con bandas rojas que lo llamábamos “Talgo”. Luego, dejo de haber tren. No recuerdo muy bien el porqué del cese de este servicio, pero el hecho es que ya no tenemos tren de pasajeros en Aranda de Duero.

Aranda de Duero no es solo una ciudad mediana, sino que es el centro neurálgico de una comarca, la “Ribera del Duero”, conocida en el mundo entero entre otras cosas por sus vinos de calidad. Nuestra comarca es muy dinámica, con una economía en equilibrio entre lo industrial y lo rural. Es un ejemplo de desarrollo a seguir por todas esas regiones que se han venido a autodenominar “la España vaciada”. Combinando las riquezas de nuestro sector primario, en este caso el vino, con una buena estrategia de industrialización, atrayendo a empresas ejemplares. Aranda y la Ribera del Duero han sido hasta ahora, una comunidad próspera. Como bien digo “hasta ahora”.

Desde hace ya más de una década, comenzamos a tener “problemas” como los Venen en otras comunidades. En nuestro caso, uno de ellos, es la dificultad para atraer a profesionales del ámbito de la sanidad, la educación, y de otros muchos sectores que quieran trabajar en nuestras empresas. Observamos que los jóvenes talentos prefieren otros desVnos. Cuando les preguntamos a estos profesionales por qué no quieren venir a trabajar a Aranda, casi siempre surge la misma respuesta: “mala comunicación”. Para aquellas personas jóvenes que viven en una capital como Madrid, desplazarse a Segovia, a Valladolid es mucho más fácil que a Aranda. Para venir a Aranda hay que tener “coche” o cuadrar bien los horarios para coger el “autobús directo”.

Hoy un grupo de aficionados al ciclismo, apoyados por parVculares, asociaciones y otras organizaciones locales de Aranda de Duero y la Comarca, hemos recorrido 185 km en bicicleta desde la plaza mayor de nuestra localidad hasta esta estación, para reivindicar que los habitantes de Aranda y de la Ribera, estemos en igualdad de oportunidades.

Siempre hemos sido una sociedad de progreso e intuimos que nos estamos quedado atrás. Para nosotros el tren es el progreso, es el enganche al futuro. No queremos que sea demasiado tarde y por eso le pedimos al Estado, al Gobierno, que defienda los intereses de una sociedad unida y convencida de que nos merecemos que se nos devuelva el tren.

Confiamos en que las movilizaciones que venimos haciendo desde el pasado martes 13 de junio en la que nos reunimos más 5000 personas en reivindicación por nuestras infraestructuras, sumado a estos 185 km a base de esfuerzo, sudor y pedales, sirvan para devolvernos lo que tuvimos y que por intereses que desconocemos, nos quitaron.

No pararemos hasta que nos devuelvan el tren y reacVvamos esta línea MADRID-ARANDA-BURGOS. Estamos seguros, que lo conseguiremos y éste y todo el esfuerzo puesto, habrá valido la pena.