Goles de coser y cantar para el Leganés y derrota 1-4 para empezar

Valladolid

Es cierto que los partidos amistosos no cuentan en el resultado final de una temporada, que los jugadores llevan mucha carga, que el campo no era el mejor y que Pezzolano contaba con muchas bajas, hasta 11, la mayoría de jugadores titulares como Luis Pérez, javi Sánchez, Amallah, Larin, Plata, por poner algunos ejemplos. Pero también lo es que un Real Valladolid, en principio candidato a todo este año, no puede dar semejante imagen de equipo flojo, no apto ni siquiera para competir en una amistoso, desafinado, sin una mínima marca táctica, y que acabe derrotado 1-4 ante un rival a medio gas que se dedicó a meter lo que le regalaban. Y todo esto en plena campaña de abonados.

El partido puede dejar ya algunas reflexiones, entre otras que el nivel del filial en general está lejos del que requiere un equipo que aspira al ascenso. No digo con esto que no se abran las puertas a los jugadores con proyección, pero con cuidado porque esta Segunda División no perdona. También que el equipo necesita defender bien como guión obligatorio si quiere aspirar estar arriba. Lo de ayer fue una verbena y eso si que preocupa porque la vocación defensiva no solo depende de los futbolistas, depende de una idea general de la que el Valladolid carece desde el año pasado. Mucho trabajo por delante.

Lo mejor los minutos de Raul Moro, las intenciones de Kenedy en la primera media hora y el gol de Maroto para poner el 1-1 en los mejores minutos de un Valladolid que fue claramente de mas a menos. El resto para olvidar cuanto antes.

Los goles de Leganés (dos en la primera parte y dos en la segunda) los firmaron Álex Gil, Diego García, Poveda y Sáenz.