Quién fue Don Diego y por qué se le creó una plaza y monumento en Aranda
Junto a Máximo López Vilaboa conocemos de cerca este importante enclave de la capital ribereña que durante los próximos meses seguirá de obras
Aranda de Duero
Máximo López Vilaboa es un gran conocedor de la historia de nuestra tierra y entorno. Y este lunes hemos podido conocer más de cerca la renovación de los Jardines de Don Diego, una denominación que desde los años 90 es realidad, pero que aunque siempre se haya denominado así por parte de los arandinos, ha tenido otros nombres, como Plaza del Palacio, Plaza de la Feria, o Plaza Primo de Rivera. "Diego Arias de Miranda era muy querido en esa época y por ello se le hace ese monumento; es una suscripción popular la que lo avaló. Gente de Aranda, la comarca y toda España aportó económicamente para hacerlo realidad. En el año 30 se inaugura, un año después de su muerte. Por lo tanto es una absoluta gratitud hacia él; era un testimonio que enganchaba", asevera López Vilaboa.
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¿Qué hizo de valor Diego Arias de Miranda?
Para ser merecedor de este reconocimiento, cabe destacar que Arias de Miranda fue Ministro de la Marina y de Gracia y Justicia, pero "esto era un premio por la confianza hacia un presidente del Gobierno como Canalejas -que era muy innovador- y que quería meter a España en la realidad Europea, pero que muró asesinado en la Puerta del Sol; ahí acaba también la vida política de Don Diego". "Fue Director General de Fomento e impulsó muchos canales que aún tiene hoy Aranda, o la línea Valladolid-Ariza se inaugura estando él en el cargo, e incluso podemos decir que la línea del Directo una de las primeras intervenciones parlamentarias son de su época, aunque no se construye hasta años después", añade.
Un lugar impropio para la época
Crear una zona ajardinada en aquellas épocas era propio de grandes ciudades y no de Aranda, pero aún así se llevó a cabo. "Había huertas pero no jardines. Integrar naturaleza en una ciudad no era normal. Era un espacio grande que se usaba para ferias, y una zona ajardinada de alguna forma podía hasta estorbar. En el año 27-28-29, de acuerdo con los vehículos de motor que circulan se adecúan las carreteras, y sí se ve que ahí hay un espacio grande que se puede adecentar. Y quienes suscriben el monumento de Don Diego piden que sea un espacio elegido por el ciudadano. El Ayuntamiento de Aranda vuelca su esfuerzo en la zona ajardinada por petición. Y era una transformación urbana sin precedentes. "En aquella época el moderno Hotel Ibarra se ubicaba donde hoy está La Caixa, y en la cara norte se ubicaba el antiguo Palacio Episcopal, el colegio-convento de los Claretianos, pero antes había sido un espacio extramuros, fuera de la muralla tan familiarizada por el mapa del 1503", detalla.
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Después de detallar todo lo que rodea a la estatua de Don Diego, "que realizó un autor muy estudiado pero del que muchos conjuntos monumentales no han quedado", explica Maxi que "tiene detalles como que aparezca con toga de abogado, pero no le hizo con corbata porque podía ser una moda pasajera y los frisos laterales es un homenaje también, porque se ve la riqueza que trae el agua a los niños que figuran, la Virgen de las Viñas, un canal y dos personas trabajando, y además en la inscripción relata sus paisanos y amigos, demostrando que era una decisión popular".
López Vilaboa entiende que se seguirá tratando con cariño al monumento de Don Diego, ya que por mucho que pasen los años, se seguirá manteniendo en el recuerdo de los arandinos.