Jordi Évole: "Sonorama Ribera es un milagro"

Aranda de Duero

Acostumbrados a visualizarle en la televisión durante años o escucharle en la radio, quizá se haga raro verle sobre un escenario... cantando. Pero sí, lo hace, y muy a gusto. Jordi Évole es uno de los periodistas y comunicadores más reconocidos del país, pero ha destapado también desde hace un tiempo su faceta artística, que se va a poder disfrutar -y de qué manera- en la 26 edición de Sonorama Ribera. Y es que acostumbrado a vivir y disfrutar del festival desde el otro lado, ya tuvo la oportunidad el pasado año de subirse al escenario en el nuevo recinto, pero en esta ocasión lo hará con su banda -Los Niños Jesús- y en el lugar más icónico: la Plaza del Trigo. A Évole le pillamos en Argentina, apurando la distancia, y antes del éxtasis que surgirá el domingo cuando se suba a las tablas.

¿Cómo surgió tocar en Sonorama Ribera?

"La dirección del festival ya ha perdido la cabeza, nos ha invitado y estamos encantados. Yo a Javi le comenté una vez que tenía una banda; me miró y diría 'este está como una cabra'. Luego en el 25 aniversario participé en un concierto en el que actuaron varios grupos, y yo canté Emborracharme de Lori Meyers, y después de eso la cosa no debió salir tan mal como había esperado, porque nos invitaron a tocar en el Trigo... Es el concierto más importante que ha hecho la banda desde que empezamos", reconoce Jordi, que intenta tomárselo "como que el público es benévolo con nosotros, porque no somos tan buenos, y la gente nos apoya; hay que disfrutarlo".

Fuera de la exigencia de la televisión, Évole intenta serlo en la banda “pero que no me agarre demasiada responsabilidad o nervios a la hora de salir porque estamos para disfrutar". "Somos seis amigos de la misma comarca, en el extrarradio de Barcelona al que llegó gente de fuera -todos sus padres eran lejanos a la ciudad condal- y ensayamos en la unión extremeña de Sant Boi. Lo único que pretendíamos era pasarlo bien los jueves por la noche ensayando, pero no pensábamos que se liaría tanto", dice entre risas, valorando "lo buenos que son mis músicos" pese "al mal cantante que tienen".

¿Qué propondrán?

Con la buena ironía y sarcasmo que le caracteriza, Évole reconoce que "no tocaremos temas propios por eclipsar; si nos ponemos a componer imagínate". Por ello "haremos covers de canciones que nos han acompañado toda la vida; una playlist vital que va de los 90 hasta ahora, y ahí metemos de todo, pero solo en español, porque no queremos conquistar el mercado internacional", añade en el mismo tono.

"Un milagro"

Y es que el reconocido periodista define así a Sonorama Ribera, festival al que conoció hace unos años. "Empecé a verlo, y me he enganchado como si fuera una cita ineludible del verano. Me parece que lo que se genera en Aranda de Duero es una cosa muy bestia para una población tan pequeña. Que la organización haya conseguido colocarlo como un referente nacional me parece brutal. Me han contando cómo fueron las primeras ediciones casi invitando a la gente al entrar, y ya solo ver la gente que se necesita para montar el festival y la capacidad de seducir a grupos tan poco habituales en nuestro país como Wilco, es un milagro. Un milagro que ojalá dure y dure, y que creo que goza de buena salud. Desde la primera vez que fui aluciné, y cada vez que voy sigo alucinando", reconoce, catalogando lo que ocurre con el Trigo como "una pasada", con sorpresas "pensadas para estar metido en el festival las 24 horas", y una noche "muy bien organizada".

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La charla al completo con Jordi Évole puede reproducirse en el audio superior.