Capturar la luz
Un libro de Francisco Javier de la Cruz narra la llegada de la fotografía y su evolución posterior desde sus orígenes en 1839 hasta 1900
Palencia
En 1839 la vieja aspiración humana de capturar la luz sobre un soporte se considera lograda con la presentación del daguerrotipo. Hoy, casi doscientos años después, la fotografía es un hecho cotidiano. Nuestros teléfonos móviles, con cámara incorporada, captan millones de instantáneas diariamente. Solo en Instagram se suben más de mil imágenes por segundo. Desde el año de su invención, la fotografía ha evolucionado a una velocidad inusitada, mejorando la óptica, reduciendo la exposición y los soportes. En poco tiempo pasó de ser un objeto de científicos y burgueses, a una profesión minoritaria. Hoy es una afición universal.
Pero ¿cómo se recibió la fotografía en Palencia?, y ¿cuál fue su evolución? Seguramente pensemos que llegó con retraso y de una manera pobre, propio de esa mirada “construida” sobre la España interior, envuelta, interesadamente, en un halo de atraso y rechazo al progreso. Pero, como en otros temas, la realidad no se corresponde con ese mito. Este estudio pone de manifiesto una evolución similar a la de otros puntos de la geografía española, situando el primer daguerrotipo en Palencia en la década de los 40, una fecha temprana y muy anterior a la que sugerían los estudios de carácter general.
En esta publicación hacemos un recorrido por la historia de la fotografía, para conocer los orígenes del invento y su evolución hasta el año 1900. Luego abordamos el proceso de recepción en España, que nos servirá de marco para comprender su desarrollo en Palencia. Centrados ya en nuestra provincia, mostramos los primeros indicios de la presencia de la fotografía, los fotógrafos ambulantes que nos visitaron y los estudios fotográficos que se abrieron en la ciudad durante el siglo XIX.
También se abordan otros elementos importantes para la historia del hecho fotográfico en Palencia: el papel de la mujer, la fotografía en los pueblos, los fotógrafos aficionados, el coleccionismo fotográfico y la presencia de la fotografía en la prensa local y las postales.
Todo ello para recuperar una parte de nuestra historia, hasta ahora desconocida, y, sobre todo, mostrar una gran cantidad de imágenes de aquel periodo. Son casi 200 las fotografías insertadas en el libro, de los estudios de la ciudad, de las conservadas en nuestro mundo rural, de los aficionados palentinos y las que por primera vez aparecieron en la prensa. Algunas de las imágenes son espectaculares, nunca vistas, como la de la construcción de la Plaza de Abastos, realizada por el propio arquitecto, Juan Agapito Revilla, que a su vez fue fotógrafo aficionado.
Un trabajo que ha sido posible gracias a los fondos del Archivo Histórico de la Provincia de Palencia y de otros archivos. También gracias a multitud de colecciones particulares (imposible citar en una nota de prensa a todos), cuya generosidad ha permitido la pervivencia de este valioso legado. También a la Fundación Font de Bedoya y la Diputación Provincial que han financiado una parte de esta edición.
Espero que este trabajo sirva, además de para conocer esta parte de nuestra historia, para que aquellas fotografías que aún permanecen “dormidas”, fruto de desconocimiento o de exceso de celo, despierten del letargo y enriquezcan nuestro patrimonio, conocimiento e historia.
El libro se encuentra disponible en las librerías palentinas desde el 9 de agosto, al precio de 20 €. El 14 de septiembre en la Biblioteca Pública de Palencia se realizará su presentación.