Un brindis por el inicio de un nuevo cuarto de siglo de Sonorama Ribera
El uruguayo Jorge Drexler elogia la identidad de este festival en la presentación oficial de esta edición
Aranda de Duero
El salón de plenos del Ayuntamiento Arandino acogía hoy la presentación oficial de Sonorama Ribera. Después de que los primeros grupos de esta vigésimo sexta edición estrenaran ayer algunos de los escenarios de El Picón y que este mediodía algunos miles de espectadores disfrutaran de los conciertos iniciales en la Plaza del Trigo y Plaza de la Sal. El alcalde iniciaba este acto agradeciendo, entre otras cosas, la labor que hacen trabajadores de todos los ámbitos para contribuir a que todo esto funcione correctamente. “No solamente a los trabajadores que participan en el desarrollo diseño y en el propio festival cuando se celebra, sino a todos los cuerpos y fuerzas de seguridad, también a los servicios de emergencia, servicios sanitarios, a los camareros, hosteleros que nos permiten disfrutar del festival más allá de los conciertos y también, cómo no, a los servicios de limpieza viaria y seguro que a muchos otros colectivos”, detallaba Antonio Linaje.
Javier Ajenjo aprovechaba este acto para reivindicar una vez más el reconocimiento de la música como industria cultural, un sector que en este caso genera estos días 1.300 puestos de trabajo. El coordinador de Sonorama Ribera hablaba de la importancia que tiene para él compatibilizar el impacto económico y mediático que tiene este festival con el apoyo mantenido durante 26 también desde el ámbito local. “Abrir telediarios es maravilloso, abrir programas que escuchan millones de personas es maravilloso y que nos sigan haciendo caso en la radio en nuestro pueblo es todavía más maravilloso”, expresaba Ajenjo, que destacaba también la esencia de un festival muy integrado en la ciudad y el carácter intergeneracional, buena muestra de que a lo largo de estos más de cinco lustros, con sus aciertos y errores, se puede decir que se han hecho las cosas bien. “Vamos a cumplir 40 y 10 algunos y nos vamos dando cuenta que el 60 o el 70% de nuestro público tiene 30 años o menos: algo habremos hecho bien, seguramente escuchar, porque sabéis que es el único festival donde te puedes encontrar a tu madre al lado y lo que tenemos que hacer es escuchar abrir los ojos y sobre todo fusionar todos los estilos de música que ahora mismo nos han sobrepasado”, añadía.
En esta presentación oficial, donde intervenían también la Viceconsejera de Acción Cultural de la Junta de Castilla y León, Mar Sancho y Enrique Pascual, el Presidente del Consejo Regulador de Ribera del Duero, el centro de las miradas estaba en Jorge Drexler. El cantautor uruguayo, que actuará este viernes a las nueve y veinte de la noche en el escenario Aranda de Duero, confesaba que había sido una sorpresa para él recibir la invitación de participar en un evento como éste. Reconocía también que para él es una experiencia bastante novedosa, teniendo en cuenta que no se prodiga en ningún tipo de festivales. “Sinceramente yo he tocado muy pocos festivales y todo es nuevo para mí; he tenido que aprender a tocar en festivales, he tenido que cambiar la banda, cambiar el repertorio, aprender a situarme arriba el escenario, les voy a confesar que ese proceso no está acabado, estoy aprendiendo a hacerlo y vengo mucho a ver qué es lo que hacen otras personas, cómo se sitúan ante una cantidad tan grande de gente, desde un escenario tan alto y con todo tan abierto”, confesaba Drexler, que felicitaba a la organización. “Porque es muy fácil tirarse por uno de los dos lados: o sorprender y estar todo el tiempo como innovando e impactando mediáticamente o, por el otro lado, tener identidad y hacer hincapié en eso, pero juntar los dos vectores y conseguir que un festival cumpla 26 años y se mantenga activo, fresco, cometiendo ensayos y errores digamos, es para mí un mérito en sí mismo”, decía el artista uruguayo.
El acto concluía con un brindis con las copas llenas de un tinto Ribera. Excepto la de Javier Ajenjo, que ha querido en su caso mezclar su vino con Coca Cola, reivindicando lo que se ha popularizado en estos últimos años como el ‘Ribermocho’.