La morcilla de Burgos que triunfa donde va

Aranda de Duero

Maribel busca en su ordenador con interés. Trabaja arduamente pensando ya en la próxima feria o país al que tendrá que asistir para seguir abanderando la Morcilla de Burgos fuera de las fronteras de la provincia o de la nación con El Revillano, la firma familiar que ha dado continuidad desde hace años. Es además desde hace poco la flamante nueva presidenta de la IGP -un reconocimiento exclusivo que marca parámetros y mínimos de calidad, tanto para el arroz como la cebolla-, y ella encantada "porque me gusta defender un producto que se lo merece". Pero para entender de dónde surge ese fervor por este alimento tradicional y exitoso, hay que remontarse a los orígenes del Revillano.

"Lo creó mi padre en los años 50, junto a su madre y su hermana Nati, en un pequeño obrador en las Eras de Santa Catalina. En ese momento las morcillas se llamaban Nati en honor a mi tía. Ya cuando se jubiló tras otra pequeña industria en la calle Soria, nos vinimos con mi padre al Polígono Industrial y ya pasamos a llamar las morcillas El Revillano en honor al apodo que tenía mi abuelo en su pueblo, Gumiel de Izán", asevera Maribel, contando que "se apostó por ella porque era muy tradicional en aquella época la matanza, y la morcilla era un producto más que se tenía en la carnicería de mis abuelos en Gumiel". "Empiezas a hacer para la gente del barrio y los vecinos, vas ampliando y sirves en más carnicerías, y así acabamos", añade.

Tradición e innovación

La morcilla es un alimento que tiene unos ingredientes fijos, pero "no hay una morcilla igual; ni siquiera las de Aranda son iguales entre sí". "Es un producto que se consume todo el año, y en cualquier barbacoa es muy típico, al igual que en cualquier mesón castellano o ya en un Estrella Michelin", comenta, aseverando que "no hay truco en hacer la morcilla, salvo tener ingredientes de primera calidad". Y es que "cada uno usa una receta y unas especias, y que sean diferentes es muy positivo". En todo caso los usos de la morcilla son variados: frita, a la parrilla, untada... ¿Cuál es la preferencia de Maribel? "A mi me encanta la retostadita, pero últimamente me sorprende porque estoy conociendo recetas y elaboraciones nuevas, desde una empanada de morcilla a una flor, o a una tortilla de patata como la del Montermoso, que este año en unas semanas es el campeonato en Alicante", responde.

Por dónde viajan las morcillas

Aunque parte de los 150.000 kilos anuales que se producen se quedan en la Ribera o la comunidad, otras salen de las fronteras ya que "llevamos una temporada apostando por exportar este producto por todo el mundo". Así, "este año por ejemplo hemos estado en Francia, Italia o Inglaterra, y este año hemos estado en Tokio y les ha parecido algo maravilloso y de mucha calidad; les ha encantado, y además es que es un producto muy completo".

Futuro

¿Habrá cambios en la morcilla o seguirá siendo un producto tradicional? "Nosotros tenemos que seguir la línea que marque el mercado. Antes era un plato que solo se veía en un mesón castellano, pero ahora lo ves en todo restaurante y en muchas recetas. Sin embargo, nosotros tenemos la misma receta, seguimos fabricando la misma morcilla, adaptada a los tiempos, pero siendo el mismo producto. Lo que pasa es que ahora se ha lanzado", explica Maribel, que mira al calendario y confirma que este año "en septiembre vamos a Londres, pero tenemos muchas ferias nacionales e internacionales por delante"

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Como colofón, y preguntada por el sueño a futuro o la meta por cumplir, reconoce que su único objetivo primordial "es seguir abanderando el producto por el que apostaron mi abuelo y mi padre y que está conquistando tantos mercados", porque "la morcilla es un producto que debe estar en todas las casas", y además "es de esta tierra". La misma que defiende a capa y a espada con tanto orgullo. Y no es para menos.

La charla al completo puede reproducirse en el audio superior.