Con Marruecos desde el corazón de Aranda
La ciudadanía arandina arropa a la comunidad marroquí en una concentración en la que se entrelazaron oraciones musulmanas y cristianas por las víctimas del reciente terremoto y se animó a la ciudadanía a colaborar con las campaña de apoyo iniciadas por Cáritas y Cruz Roja
Aranda de Duero
La comunidad marroquí que vive en la Ribera ha recibido el apoyo de la ciudadanía arandina en la concentración que se celebraba este miércoles frente a la Casa Consistorial de Aranda, con el corazón y la mente en las víctimas del reciente terremoto que ha devastado un amplio territorio del país vecino Una convocatoria que partía de los colectivos que agrupan a las personas de origen marroquí en Aranda, entre ellos la comunidad musulmana, que entrelazaba sus oraciones con las de representantes de la Iglesia católica en la villa. Un respetuoso silencio acogió el cántico de varios versos del Corán, le lectura de un salmo de la Biblia y de una oración de la liturgia católica a favor de quienes sufren desastres naturales. Según las cifras oficiales son ya 3.000 las personas muertas por el terremoto y se siguen sumando los daños materiales tanto en viviendas como en edificios públicos, entre ellos sanitarios y educativos.
En el acto representantes del colectivo marroquí agradecieron la avalancha de mensajes de cariño, apoyo y ofrecimiento de ayuda que llevan recibiendo de sus convecinos y amigos ribereños desde el primer momento en que se tuvo noticia del terremoto. "Son un alivio, nos hacen sentir que estamos en nuestro propio país" indicaba Shamira Bechari como portavoz del sentir de sus compatriotas. También agradecían la ayuda que ya ha comenzado a recibir Marruecos de asociaciones como Cáritas y Cruz Roja y animaban a la ciudadanía a colaborar con las campañas de recogida de fondos solidarios que ambas entidades han puesto en marcha. No ha faltado entre las intervenciones de los representantes marroquíes una referencia solidaria a quienes también están sufriendo en Libia los efectos de las inundaciones, que ya han dejado más de 5.000 muertos e incontables daños materiales.