Organizaciones cinegéticas se personan como acusación en una investigación contra el furtivismo en Gredos

Ávila

La Fundación Artemisan, formada por organizaciones del ámbito cinegético, se ha personado como acusación en el procedimiento judicial abierto en los Juzgados de Ávila contra tres personas a las que se investiga por los presuntos delitos de furtivismo y tenencia ilícita de armas, con el agravante de actuar como una banda organizada dedicada a la caza ilegal en la Sierra de Gredos.

La investigación se inició el pasado mes de julio después de que agentes de la Guardia Civil que estaban haciendo vigilancias nocturnas contra el furtivismo sorprendieron a estas tres personas en el momento de abatir a un macho de cabra montés, la especie más emblemática de ese parque natural. Después decapitaron al animal, se quedaron con el trofeo y se marcharon del lugar abandonando el cadáver.

Los tres individuos fueron sorprendidos cuando se acercaban a los vehículos que tenían escondidos en el interior del monte, en el término municipal de Puerto Castilla y se llevó a cabo la detención. Se les confiscaron tres prismáticos, cinco walkie-talkie y un cuchillo.

Posteriormente, en el curso de las investigaciones se pudo demostrar la presunta implicación de dos de los tres implicados en una banda organizada en la caza furtiva, dentro de la Sierra de Gredos puesto que ya habían sido investigados en mayo de 2022, por haber abatido otros dos machos de cabra montés, sin contar con autorización para cazar en uno de los cotos de este Parque Regional de Gredos, ni el permiso de armas, ni la licencia de caza.

Pagar por llevarse un trofeo

Desde Fundación Artemisan se considera que tanto el cliente como los miembros de la banda "son responsables, ya que precisamente la existencia de estos clientes, que quieren abatir un macho montés pagando mucho menos de su valor real, es lo que hace que existan bandas organizadas como la que formaban los investigados". Se calcula que un macho de categoría A1 puede costar 7.000 euros de media.

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El “cliente” pagaba una cantidad indeterminada por cazar un macho montés y la banda se ocupaba de llevar un arma provista de silenciador y esconder el trofeo, que luego recuperarían para enviárselo al domicilio.

Recuerdan que por estos hechos los investigados podrían entrar en prisión y, además, verse obligados a pagar una multa, a indemnizar al titular del coto por el valor del macho abatido y pueden perder el permiso de armas durante cinco años. Y piden "que se aumenten las penas y se unifiquen los criterios en las distintas Audiencias Provinciales en la aplicación del artículo 335.2 del Código Penal, de forma que el furtivismo sea perseguido como lo que es, un delito y una lacra que genera enormes pérdidas económicas, sociales y medioambientales".

Drones para luchar contra los furtivos

Puesto que los furtivos suelen actuar de noche y en zonas con una orografía muy complicada desde el año pasado se hacen vigilancias con un dron dotado con cámaras infrarrojas y sistema de vuelo nocturno. Un convenio firmado entre la Asociación de Propietarios de la Reserva de Caza y la Junta de Castilla y León ha permitido la incorporación de esa nueva herramienta y de dos visores nocturnos térmicos, de tipo monocular, para que el personal de la Junta pueda controlar de actividad de personas y vehículos en accesos y montes de la reserva.

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La caza de los ejemplares de cabra montés más viejos es una de las fuentes de ingreso para los propietarios de los cotos, entre los que están los ayuntamientos de la zona. La muerte de animales por la caza furtiva, y en los últimos años también por el ataque de los lobos que se han ido extendiendo por la provincia de Ávila suponen un importante daño a sus intereses económicos.

En la subasta anual de la Reserva Regional de Caza de Gredos que se celebró en marzo se obtuvo una recaudación histórica, con un total de 525.000 euros, un 65,2 por ciento más que en 2022. Se subastaron 101 lotes: 85 machos de cabra montés; 10 venados no medallables y 6 corzos no medallables.