De más a menos (27-31)

Aranda de Duero

El Tubos Aranda sigue sin saber lo que es ganar. Este sábado ante Antequera sufría una nueva derrota, la primera con Diego Yáñez en el banquillo. “El partido nos ha salido como lo habíamos planteado, pero el problema ha estado en la falta de acierto. Esto se saca con trabajo y estoy seguro de que podemos. A la afición solo le puedo dar las gracias por su apoyo y cariño”, aseveraba extasiado en la rueda de prensa, pero confiado en sus ‘nuevos’ jugadores.

Y la verdad que inicio del equipo fue muy intenso, vapuleado por un inconmensurable Álex Berbel, que anotó cuatro de los primeros cinco goles del equipo amarillo sin apenas llegar a los seis minutos de juego. 5-1 y tiempo muerto andaluz tras un comienzo local pletórico. Le vino bien al cuadro visitante, porque a los 12 minutos habían igualado el marcador con un equipo amarillo que se precipitaba en ataque. Las tornas cambiaron: tiempo muerto de Diego y siete metros para volverse a poner por delante.

A partir de ahí un duelo muy igualado, con ventajas mínimas, pero también ataques fallidos en superioridad para el Tubos Aranda que no sirvieron para hacer más daño a los visitantes. La precipitación con el crono en contra evitó irse al descanso perdiendo de uno, sino de dos (11-13) si bien el ataque de Álex para Antequera fue al poste y pudo suponer una desventaja mayor. El equipo se había desinflado y tocaba ser fuertes para la segunda parte.

Mal inicio que condena

Pero el inicio esta vez tuvo poco que ver con el de la primera parte por parte de los amarillos. Muy fallón estuvo el equipo, a diferencia del inicio del choque, en los primeros minutos. Lo aprovechó la escuadra andaluza para ponerse en rentas de cuatro y hasta seis goles (13-19), que obligó a pedir otro tiempo muerto a Diego Yáñez… ¿Sería capaz el equipo de hacer la machada?

Lamentablemente, no. Porque sí consiguió reaccionar recortando la distancia dos e incluso tres goles e hizo soñar con ella, gracias sobre todo a Sergio Tobes. El juvenil volvió a demostrar que tiene un hueco en este equipo, además de maneras y un futuro prometedor. Pero faltaba más sobre la cancha. El crono corría en contra, Antequera no fallaba en ataque y Aranda sí cuando tenía la mínima posibilidad de meterse en el partido. Al final, 27-31, y la duda de qué pasará en el futuro más cercano de un equipo que ahora tiene una salida muy difícil por delante. Quizá Guadalajara sea el mejor lugar para reivindicarse y cambiar la mala dinámica.