La efectividad del Promesas puede con el ímpetu de la Arandina

Aranda de Duero

La Arandina caía este sábado ante el Real Valladolid Promesas de Julio Baptista en un partido que controló y en el que llevó la batuta hasta el minuto 70, cuando la efectividad de los visitantes, que estuvieron muy acertados de cara a puerta, les acabó dando los tres puntos.

Inicio más fuerte de partido del Promesas, muy incisivo pero sin concretar, durante los primeros cinco minutos. A partir de ahí el dominio fue para los locales, que supieron asociarse y demostraron que este equipo sabe jugar por abajo muy bien (y en los buenos campos puede ser la mejor estrategia a seguir, porque el césped del Juan Carlos Higuero sigue siendo un desastre aunque aparentemente en buen estado desde arriba). Fútbol de toque y buena visión, pero faltó también concretar, que fue lo que hizo el equipo de Baptista en su primer remate. Verde, con un disparo potente desde la frontal que fue a toda la escuadra, puso el 0-1. El fútbol no entiende de quién mejor juegue, sino de efectividad.

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Reacción momentánea

Pero por suerte la Arandina no se rindió y siguió apostando por su mismo estilo de juego y toque. Y las penas duraron muy poco. En un centro lateral de Otu que cabeceó el arandino Frodo, el cuero fue al palo, y mientras el público se llevaba las manos a la cabeza, Haji cogió el rechace para meter el cuero por el palo corto y poner el empate. 1-1.

A partir de ahí, un partido que apenas tuvo ocasiones. Faltó finura a los azules, que sin duda siguieron estando mejor que sus oponentes. Los blanquivioletas solo creaban peligro a balón parado.

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De más a menos

El equipo salió con fuerza también en los primeros minutos de la segunda parte en un duelo algo más igualado. En el 58’ llegaba una clara ocasión para Frodo, que paraba el meta rival, ante el poco ángulo del delantero arandino. Una lástima, y más para lo que estaba por llegar. Porque en un córner, en el 71’, el Promesas hacía el 1-2 enmudeciendo el campo. Se aprovechaban los vallisoletanos de un hueco en la defensa y la poca reacción posible en portería. El gol sentó mal; pese a los cambios (también de esquema que hizo mella, porque da la sensación de que la Arandina luce más con un solo punta y con juego asociativo) los blanquiazules se vinieron abajo física y moralmente, y aunque tuvieron alguna opción de igualar la contienda, un filial que perdió todo el tiempo posible para aguantar el resultado, se llevó los tres puntos.

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Ambos equipos, con 7 puntos en la tabla, se quedan al filo de los puestos de peligro. El próximo duelo para la Arandina en tierras asturianas, ante el Langreo, será el próximo domingo, a las 17 horas. Tocará remar y repetir la fórmula de Torrelavega. Aún queda mucha liga.