El Grupo Herce Soria roza la excelencia para doblegar a Guaguas 3-1 en Los Pajaritos
Partidazo en Soria con histórica victoria celeste, que logra hacer besar la lona a los canarios por primera vez
Soria
Impecable victoria de Grupo Herce Soria por 3-1 (25-21, 25-19, 16-25, 25-15) en Los Pajaritos ante el gran favorito al título, CV Guaguas. Los dos equipos protagonizaron un encuentro espectacular, con acciones de categoría, que deleitaron a los amantes del deporte y, especialmente, a los seguidores del conjunto local. No obstante, el conjunto de Alberto Toribio se convertía en la primera escuadra que superaba en Liga al cuadro canario, invicto durante más de una temporada. Para ello tuvo que emplearse a fondo, con dos primeros sets en los que fue superior. Después, llegaría la reacción insular, con el significativo cambio de rumbo y jugadores orquestado por el técnico visitante Sergio Miguel Camarero. Sin embargo, Soria extinguió con agua fría el conato de remontada insular, cerrando el partido con contundencia.
Los sorianos saltaron a la cancha con un punto más de intensidad y agresividad que su rival, como enrabietados por la derrota de la pasada Supercopa de España. El equipo celeste ponía trabajo y acierto para comenzar llevando la iniciativa en el marcador, lo que hacía que Guaguas no estuviera cómodo en la cancha y obligando a Camarero a parar el juego (11-7). El talento amarillo salía a relucir para acortar diferencias, pero Toribio paraba el partido para dar calma a los suyos y volver a rearmarse (13-11). El juego local, bajo la gran dirección de Lorente, fluía en ataque con la autoridad de un motivado Adrián Olalla (17-13). Camarero pedía su segundo tiempo y los suyos volvían a dar un nuevo plus, obligando de nuevo a Toribio a tomar cartas en el asunto (20-18). Aunque el partido llegaba igualado al desenlace (21-20), los locales iban a poner la directa, sin que Guaguas tuviera capacidad de reacción (25-21).
En el segundo asalto, Guaguas parecía haber tomado cartas en el asunto, logrando una renta de 6-11. Sin embargo, el juego celeste volvía a fluir, sin prisa pero sin pausa, recortando diferencias de forma paulatina, hasta provocar el tiempo muerto de Camarero (12-13). Pero en esta ocasión la dinámica del juego era imparable, los sorianos volvían a estar más cómodos en la cancha, anotando ahora con Cunha y acertando, siempre que lo proponían, por el centro (18-18). De esta forma, pese a la igualdad en el marcador, Grupo Herce Soria estaba bien plantado en la cancha, preparado para asestar el golpe definitivo, una vez más, en la recta final. Camarero buscaba en su banquillo, pero los cambios no le daban el rédito necesario. Así, mientras los amarillos parecían controlados, los celestes exprimían todo su potencial para firmar el 25-19.
Sergio Miguel Camarero decidió adoptar cambio de cromos, esta vez, de inicio de la partida, buscando un reseteo y una remontada. Cavanna en colocación, Diedhou por el centro, Almansa en recepción y Bezerra en el opuesto, eran el aire nuevo. Y vaya si cambiaron el ritmo de juego, desde los primeros compases (5-11). Las sensaciones cambiaban de bando y eran los sorianos los que no encontraban su mejor juego, incapaces de parar a Zonca, y sobre todo a Bezerra (10-17). Toribio también buscó alternativas en el banquillo, pero la diferencia de velocidad entre ambos conjuntos era demasiado grande (16-25).
Guaguas había dado el primer paso para la remontada, pero Grupo Herce Soria iba a sacar su mejor voleibol para impedirlo. Cada jugador del equipo soriano tuvo su momento en el partido, y en el cuarto set llegó el de Pepe Villalba. Desde la línea de saque el receptor soriano empezó a llevar de cabeza a la recepción local, y su equipo. De hecho, la batalla del saque fue determinante durante toda la manga, con los insulares pasando muchos apuros en esta faceta. Los dos equipos se empleaban a fondo, con mucho volumen de juego, acciones de incalculable valor defensivo, que, sin embargo, iba a cerrar con más contundencia Soria (14-9). En la recta final del partido, los sorianos pusieron velocidad de crucero, sin que los intentos del preparador visitante lograran la reacción de los suyos, que se verían claramente superados (25-15).