Apoyar lo privado pero impulsar también iniciativas públicas

Aranda de Duero

La iniciativa privada mueve una ciudad como Aranda en gran manera, tanto en lo económico como en lo social. Pero, ¿hasta qué punto las administraciones pueden contribuir con ellas o crear las suyas propias? En el recuerdo quedan muchas acciones que impulsaba, por ejemplo, el Ayuntamiento, y que ya no son una realidad; se han perdido. Pero también hay acciones que se han desarrollado y en las que se considera, no se ha estado tampoco a la altura, o no han tenido el suficiente rédito esperado, como puede ser el ejemplo de la reciente Ciudad del Vino. Lo hemos valorado este lunes en nuestra tertulia con Enrique García y Eusebio Martín,

"Quien tiene que marcar las líneas de por dónde deben ir las cosas son las administraciones. Otra cosa es el complemento de las acciones de la iniciativa privada. Porque si no, da la sensación de que se deja de hacer lo que le corresponde a las administraciones públicas. Debe liderar lo público e integrar a lo privado, y no que lo privado marque la agenda", explica por su parte Eusebio Martín. "No es sensato que todo se mueva en torno a la iniciativa privada, que yo no la critico, porque ha salvado los muebles de quien realmente tenía que haber tomado esa iniciativa, que es la administración pública. Por un lado está la economía, por otro la infraestructura. Porque se pueden prestar servicios que complementen las iniciativas. Que hay muchas que no surgen porque la administración no puede abordarlas", añade.

"Hoy la cultura en nuestra comarca existe porque hay entidades culturales de iniciativa privada que son las que manejan a Dios gracias el timonel en un gran espectro en todo lo que se mueve. Sonorama, el cine... Esto es lo que tenemos, y el papel de la administración es facilitar y no poner piedras que acaben con la iniciativa, pero si esto puede revertirse, hay que ponerse manos a la obra, porque la administración ha tenido dejación de funciones. Todos hemos visto como esas ferias de la Ribera y la maquinaria o FIDUERO han venido a desaparecer, sin continuidad ni alternativa. Hay que promover lo que funciona para que lo que siga, pero aquello que la iniciativa privada no cobra, auspiciarlo desde la administración pública", explica por su parte Enrique García.