El IEB consigue un aplazamiento para el juicio de los trabajadores y se da seis meses para diseñar una nueva hoja de ruta
Presidenta del IEB, Mar Palacio / Mar PAlacio
Ponferrada
La comisión gestora del Instituto de Estudios Bercianos ha logrado el aplazamiento del juicio pendiente con uno de los trabajadores del aula arqueológica de Las Médulas. Los cuatro miembros al frente de la gestora: Mar Palacio, José Luis Caberos, María José de Castro y Javier Cerezo han solicitado ese aplazamiento tras haber tomado las riendas del organismo la semana pasada.
La idea es mantener una encuentro con los dos trabajadores afectados por el impago de salarios de siete meses y trata de alcanzar una acuerdo que satisfaga a ambas partes según ha explicado la portavoz de la gestora, Mar Palacio
Junto a los cuatros miembros de la gestora, una docena de socios se ha ofrecido a colaborar en los trámites necesarios para recuperar el instituto sobre el que pesa una deuda global de 60.000 euros. De hecho, el trabajador en la sede ya podrá recibir la nómina este mes después de que en la última asamblea se pidiesen donativos a los socios para cubrir el salario, una iniciativa que ha obtenido una respuesta muy positiva.
En todo caso, estas dos situaciones son las primeras a las que harán frente de la comisión que, a día de hoy, debe también abordar cuestiones cotidiana y que generan gastos innecesarios como dar de baja a nombre del organismo los servicios del Aula Arqueológica además de emprender un nuevo periplo de ayuda a las administraciones para evitar la desaparición de un organismo con 64 años de vida. La gestora confía en dejar en seis meses el instituto en manos de una nueva directiva con una hoja de ruta clara
El IEB cuenta actualmente con medio millar de socios. La semana pasada, la ya expresidenta, Patricia Pérez Bruzos presentó su dimisión tras la renuncia el pasado mes de septiembre de toda su directiva y el precipitado cierre del aula Arqueológica de Las Médulas que gestionaba el organismo a pesar de ser titularidad de la Junta que, por cierto, mantiene clausurado el espacio en el yacimiento arqueológico.
