Las piedras pintadas de Garoza de luto por el fallecimiento de Agustín Ibarrola
El artista trabajó cuatro veranos en esta finca ubicada en Muñogalindo
Ávila
Fue tras una concentración convocada por el movimiento ¡Basta Ya! cuando el gestor cultural y coleccionista Alfredo Melgar conoció a Agustín Ibarrola. Fue el filósofo Fernando Savater quien los presentó. "El hombre (Ibarrola) estaba muy angustiado porque vivía con los escoltas, amenazado por ETA habiendo sido un gran luchador por la libertad. Que de repente se viera en esas circunstancias, amenazado de muerte por sus ideas, le deprimió bastante. Fuimos a verle a su casa, a Guernica, donde tuvimos una conversación muy agradable. Nos comprendimos muy bien y la final le dije que si quería venirse a Ávila. Vino con Mari Luz, su mujer, y pasamos dos o tres días muy agradables". Así recuerda Alfredo Melgar su primer encuentro con el artista vasco y como se gestó el proyecto Ibarrola en Garoza.
"Le llevé a visitar la finca, fuimos a una zona rocosa y él, como buen vasco que era, todo aquel paisaje tan puro de Castilla le encantó. Y al final del paseo le dije si le gustaría hacer algo por allí. Me encantaría contestó. Pues ya está, si quieres, aquí tienes sitio para trabajar. Nos dimos la mano. Y así es como estuvo cuatro veranos viniendo con su mujer, quedándose en casa, en Garoza y pintando las piedras. Fue una cosa totalmente desinteresada por ambas partes. Ninguno de los dos pedimos nada. Y así surgieron esas 112 piedras pintadas" añade Melgar.
En 2005 comenzó el trabajo y fue en 2015 cuando se inauguró el espacio 'Ibarrola en Garoza' donde un itinerario por esta finca que domina en Valle Amblés permite conocer el trabajo que realizó en la provincia de Ávila. Con su fallecimiento desaparece "un gran artista, un gran hombre, una persona que dejó su huella indeleble en Ávila" dice Alfredo Melgar desde Estados Unidos donde la ha sorprendido la muerte de Ibarrola.
Actualmente la finca está gestionada por la Fundación Valle de las Memorias cuyo director, Pako Barboza lamenta "profundamente el fallecimiento de Agustín pero a la vez celebro su vida que ha sido muy plena y dedicada al arte, que era lo que amaba. Y no hay nada mejor que honrarle y celebrarle desde el espacio que gestionamos, abriéndolo al público e invitando a conocer la obra de este gran artista que nos deja un gran legado"
Barboza considera que las piedras de Garoza "a diferencia de otros muchos espacios en los que él intervino en la naturaleza, nos muestran casi una obra antológica de Agustín Ibarrola. Podemos apreciar un recorrido desde sus inicios hasta el final. Toda su obra está reflejada en todas estas piedras que se pueden visitar en la dehesa". Espera que un legado como el que ha dejado en Ávila sea más conocido "no solo entre los vecinos de la provincia sino que en Europa y en otros países ,se den cuenta de la joya que nos ha dejado en Muñogalindo". Y para dar a conocer esa obra, la Fundación trabaja para realizar una exposición de su obra en 2024 en nuestra provincia.
Agustín Ibarrola fallecía en el Hospital de Galdakao a los 93 años.
Luis Sánchez
Licenciado en Ciencias de la Información por...