La efectividad y los problemas musculares lastran a la Arandina en Pontevedra

Aranda de Duero

Un domingo más salió cruz, aunque cabía de esperar tratándose del rival que había enfrente. No obstante, el partido de la Arandina en Pasarón ante el Pontevedra no fue malo, si bien el mal inició lastró -y de qué manera- a los de Álex Izquierdo en tierras gallegas. Señal de que la concentración debe ser constante desde el principio. Porque no habían transcurrido dos minutos cuando, en una jugada más que desafortunada, Rufo batía desde la frontal y con el exterior el primer envío que le llegaba a las botas. Ajustadísimo. 1-0.

Un castigo evidente pero que hizo daño a los ribereños, que aunque trataron de levantarse, recibieron otro durísimo castigo en el segundo disparo entre los tres palos del Pontevedra. Un golazo de Yelko Pino desde la frontal que era imparable para Jara. 2-0, y 18 minutos. Y pese a ello, reaccionaron los de Álex Izquierdo que pudieron recortar distancias hasta en tres ocasiones; en un córner con remate de cabeza de Frodo, en un robo de Raly que pecó de rápido en el disparo ante el guardameta rival, y en un poste nuevamente de Frodo, la más clara para el 2-1. Eso sí, entre medias el colegiado negó un penalti de libro cometido sobre Raly que, para más inri, le costó una cartulina amarilla al berciano. Para mirarlo. Así, con la sensación de que el castigo era demasiado excesivo, los pupilos arandinos se retiraron a vestuarios.

Las lesiones, al acecho

Tocaba salir confiados y creer a pesar de la dificultad. Pero no fue posible. Jaime marcó gol en un saque de esquina, donde más daño estaban haciendo los visitantes (en el balón parado) pero fue anulado por fuera de juego. Y para más inri, las opciones de darle la vuelta a la situación se terminaron por romper cuando la mala suerte llegó en forma de lesiones. Primero Frodo y luego su recambio, Gonzalo, tuvieron que retirarse con problemas musculares. En el caso del delantero valenciano, incluso se tuvo que ir en camilla. Preocupa su evolución y la falta de efectivos para el partido del próximo sábado.

Tocó volverse de vacío de Pasarón y con la sensación por enésimo partido, de que el castigo para los ribereños fue demasiado.