Soledad no deseada

Palencia

Escuchaba ayer en la radio una de esas noticias que por un momento te dejan helado, uno de esos hechos que si el locutor tarda 15 segundos en contarla, tú luego estás durante más de media hora dando vueltas a la noticia, o en este caso, al suceso en cuestión.

Encuentran en su domicilio de Palencia a un sexagenario que llevaba varios días fallecido. No hace mucho, creo que fue por el mes de junio, salió otra noticia: Aparecen muertas dos hermanas gemelas en su domicilio en Palencia rodeadas de basura. Uno puede pensar, bueno son dos hechos sin más, la gente puede morir de muchas cosas pero esa no es la cuestión.

Esas personas han muerto solas y lo que me da más escalofrío es que pasaron días hasta que alguien pensó en ellas y empezaron a sospechar algo. ¿querían estar solas? ¿preferían la soledad a recibir la visita de alguien? ¿por qué nadie a su alrededor, los organismos competentes… sospecharon algo?

Soledad, qué bonito nombre tienes siempre y cuando sea elegida, pero son muchas las personas que viven en soledad y ellas no lo quieren, son muchas las personas que mueren solas sin nadie al quien dar la mano en el último momento, y esa sensación no creo que sea nada buena. Pero ¿hay alguien culpable? ¿hay alguien que puede hacer algo para que situaciones así no se repitan más a nuestro alrededor? Y ojo que estamos hablando de Palencia, ¿se imaginan la cantidad de personas que fallecen sólo acompañadas de ese maldito término: la soledad?

Yo, la verdad, sí creo que hay un culpable y ¿saben quién es? La sociedad o lo que es lo mismo cada uno de nosotros. Personas de carne y hueso que tenemos la solución muy fácil, todos nosotros somos vecinos de alguien, pero ¿sabemos de quién? Yo sí conozco a mis vecinos, bueno más o menos. Es cierto que nuestros horarios son incompatibles pero eso no es excusa para no estar alerta si algo que veo no me cuadra, si veo algo extraño en alguien o si durante unos días no veo a esa persona…

Vivimos sólo en nuestro mundo, pensamos sólo en nuestras cosas y se nos olvidan esos valores que un día todos aprendimos y que hoy todos olvidamos. De vez en cuando hagan la prueba, levanten la mirada y miren a su alrededor. El mundo ya es demasiado complicado para que nosotros lo hagamos más. Hagamos que soledad, si ha de existir, sea sólo en el carnet de muchas mujeres con ese nombre.