FIDELIDAD: La Curva Soriana
Peña del Río Duero Soria de Voleibol
Soria
No sólo los deportistas, los entrenadores o los directivos tienen algo que decir en los triunfos de los equipos y los clubes. La afición juega siempre un papel importante. Y las peñas son ejemplo de ello, portando los colores con orgullo, con responsabilidad y con ejemplaridad. La FIDELIDAD de peñas como La Curva Soriana es impagable. El Río Duero Soria (este curso Grupo Herce Soria) puede estar tranquilo.
Acompañando a su equipo en casa y a domicilio, en viajes largos o cortos, en partidos fáciles o complicados, pero llevando a los suyos en volandas en pos de la victoria. Da igual el contexto, la clasificación, o el momento de la temprada. Ni a sol ni a sombra les dejan. El Pabellón de Los Pajaritos es un fortín gracias a esos azules, al son de los bombos, de las palmas y los cánticos.
¿Cuánto podríamos decir que les corresponde del título de la Copa del Rey del pasado mes de febrero? Más de lo que muchos se atreverían a reconocer. Lo asumen los rivales cada vez que vienen a Soria, saben que la cancha celeste no será un escenario plácido para competir. Especial sí, por el ambiente inigualable que se vive en la cancha, pero adverso a sus intereses, claro. Los expertos del voleibol lo ensalzan siempre: el templo del voleibol es Soria. Y gran parte de culpa desde hace más de una década la tiene La Curva Soriana, fiel a sus colores.