Noviembre
La firma de María González
Noviembre, la firma de María González
Aranda de Duero
Hoy es viernes 24 de noviembre de 2023, como en calendarios atrás, las hojas de los árboles se esparcen por los suelos arrastradas con el viento como las conchas por las mareas, el atardecer se adelanta a las seis de la tarde sumando horas al turno de la Luna sobre el firmamento, o los termómetros balancean su mercurio debiéndonos grados, entre otras situaciones otoñales. No obstante, ningún año es igual a su antecesor en sus sucesos, pero sí se calcan sus tradiciones o se prosigue con el avance de nuevas que buscan un hueco entre nuestras costumbres.
Más allá de festivos habituales en nuestra sociedad como los carnavales, Semana Santa o el aclamado y próximo puente de diciembre, se añaden fechas importadas de otras zonas del globo que comienzan a ser notables por su celebración continuada desde varias décadas atrás.
Un claro e inmediato ejemplo lo observamos en la jornada actual, el último viernes de noviembre, bautizado por los estadounidenses como Black Friday. Tras la noche de acción de gracias, una serie de rebajas y grandes chollos en los productos de distintos establecimientos se ofrecen el día siguiente para dar salida al inventario de sus almacenes en compras previas a Navidad.
En España se abre paso desde años atrás, en comercios de distintas magnitudes, desde el mercadillo local de los sábados hasta las grandes superficies multinacionales. Este mes, carente de numerosas fiestas en el panorama nacional, la acoge entre sus días anunciándola entre descuentos elevados y escaparates llamativos.
Sin embargo, si algo llama la atención de este mes respecto al noviembre que vivíamos años atrás no es exclusivamente el día de hoy, sino encontrar la Navidad más cerca. Colonizando esta hoja de calendario, aumentando los días del de adviento entre dulces de dicha época en los supermercados, enredando nuestras calles con las luces festivas, que ya se encienden desde esta semana en ciudades como Madrid, Barcelona o Málaga, entre otras, o rellenando de adornos y boletos de lotería las tiendas y casas.
Si nos cuestionamos lo que era este mes antes del auge navideño igual lo encontramos vacío, aunque era un mes completo que permitía disfrutar del momento. Quizás la velocidad del tiempo parece acelerarse en la actualidad, haciendo que se nos complique vivirla, saltando de festividad en fiesta y esperando a los fines de semana, reclusos del futuro. Como si el presente fuese rebajado a escasas horas o días, porque se ha convertido mayormente en una espera de celebraciones.
El Black Friday no es novedad, ya que habitamos en él constantemente descontándonos días de presente en esta sala de espera, llamada calendario, hacia los fines de semana y festividades establecidas, mientras los años huyen escapando de nosotros y la tendencia a menguar el año a un recorte de días señalados.