Jesús del Gran Poder, la calle de Ávila que recuerda a un avión
Sonsoles Sánchez Reyes recuerda la historia de una gesta aérea que tuvo a un piloto abulense como protagonista
Abulenses Lejanos: Jesús del Gran Poder
Ávila
La calle Jesús del Gran Poder se encuentra en la zona sur de la ciudad. Va desde el Monasterio de Santo Tomás hasta la intersección con la calle Francisco Gallego. Es, por ejemplo, la calle del Hospital Provincial. Una vía muy conocida. Pero lo que muchos abulenses desconocen es que su nombre no hace referencia a esta advocación religiosa sino a un avión, a una gesta aérea y a un abulense.
Entre el 24 y el 26 de marzo de 1929 el avión Jesús del Gran Poder, un Breguet XIX Gran Raid hacía el trayecto entre Sevilla y el campo de vuelo de Cassamary, muy cerca de la ciudad brasileña de Bahía. Se convirtió en el primer vuelo trasatlántico sin escalas de la historia y estuvo a punto de batir el récord de distancia, algo que hubieran logrado si hubiera aterrizado donde estaba previsto, en Río de Janeiro. Pero las condiciones meteorológicas, con tormentas y viento en contra lo impidieron. Aun así voló durante 6.550 kilómetros.
La parte abulense de esta historia la pone uno de los dos pilotos de esa aeronave, Ignacio Jiménez Martín que además fue el que tuvo la idea del vuelo. Había nacido en Ávila en 1898, se formó en la Academia de Infantería y estuvo destinado en las posesiones españolas de Marruecos. Se formó como "observador de aeroplanos" para terminar siendo piloto e instructor de pilotos. Fue uno de los pioneros de la aviación en nuestro país y junto con el gallego Francisco Iglesias Brage realizó aquello que en su comento se consideró como una gesta.
Y es que en aquellas primeras décadas del siglo XX, los logros en el aire convertían a sus protagonistas en celebridades. Sus gestas protagonizaban los periódicos de la época y eran reconocidos en sus lugares de origen. En la escalera de gala del Ayuntamiento de Ávila se puso una placa donde se recordaba lo ocurrido aunque con un error ya que se dice que el vuelo fue a Río de Janeiro donde no llegaron a aterrizar.
Tras aquel vuelo, los dos pilotos y el aparato recorrieron diferentes ciudades sudamericanas hasta regresar a España en el mes de mayo el mismo año en el crucero Almirante Cervera y con el avión desmontado en las bodegas del barco. Ignacio seguiría en el ejército toda su vida ocupando diversos cargos como responsable de diversos aeródromos durante la Guerra Civil en el bando franquista. Finalizada la guerra regresó a la capital de Filipinas, Manila, donde ya ocupaba el cargo de Supernumerario. Allí vivió hasta su regreso a nuestro país en 1955 falleciendo cuatro años después en Madrid.
El Ayuntamiento de Ávila y con motivo del 25 aniversario de aquel vuelo, en 1954, decidió bautizar una calle con el nombre del piloto Ignacio Jiménez Martín. Pero un año después se se la renombró por el de Calle Jesús del Gran Poder que es el que mantiene en la actualidad. Lo cuentan María Teresa Calvo y Jesús Delgado en el libro de la Historia de las Calles de Ávila. Una ciudad que, por cierto, nombró a este piloto hijo predilecto y a su compañero, Francisco Iglesias, hijo adoptivo.
De esta historia nos hablaba en este mes de noviembre Sonsoles Sánchez Reyes en el espacio Abulenses Lejanos.
Luis Sánchez
Licenciado en Ciencias de la Información por...