El conjunto de palomares de Villamartín de Campos entra en la Lista Roja del Patrimonio
Algunos edificios en concreto se encuentran en un avanzado estado de deterioro o, incluso, ya en ruinas y, por tanto, corren serio riesgo de desaparecer en los próximos años, lo cual supondría la pérdida de una seña de identidad fundamental tanto para el municipio como para la comarca de Tierra de Campos
Palencia
El conjunto de palomares de Villamartín de Campos, en Palencia, ha entrado en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la Asociación Hispania Nostra. Este hecho evidencia el mal estado que presenta el conjunto arquitectóncio con el riesgo de que Tierra de Campos pierda una de sus señas de identidad.
Según señala Hispania Nostra, Los palomares de Tierra de Campos parece que pudieron existir desde la época romana, como demostraría la propia procedencia del término palomar del latín columbarium, palabra empleada también, por su semejanza con estas estructuras, para los nichos donde colocaban las urnas cinerarias. Durante la Edad Media su uso se extendió al punto de promoverse la Ley de Protección de los Palomares del año 1465. La posesión de una estructura de estas características suponía un gran privilegio. No obstante, alcanzaron su época de mayor esplendor en el siglo XIX, llegando a contabilizarse hasta 10.000 palomares en Castilla y León. En la centuria siguiente siguieron siendo de gran utilidad para el autoconsumo de las familias.
Los palomares constituyen un excelente ejemplo de arquitectura vernácula. Tenían como función la cría de palomas para el autoconsumo y en su construcción se empleaban materiales generalmente ligados a los propios recursos naturales del entorno: tierra cruda, barro, cal, ladrillo, madera… Con la llegada de la más reciente modernidad fueron perdiendo su uso y, en consecuencia, entraron en proceso de decadencia y deterioro. En los últimos años, se ha intentado recuperar algunos de estos edificios, como consecuencia de una mayor preocupación por la conservación de la arquitectura tradicional. Son edificios de gran trascendencia histórica, cuestión que se puede constatar a través de las numerosas referencias que encontramos respecto a las mismas en célebres piezas literarias como Lazarillo de Tormes o en las obras de Cervantes o Delibes.
Estas estructuras son especialmente representativas de la comarca Tierra de Campos, la cual abarca las provincias de Palencia, Valladolid, Zamora y León. La mayor concentración de las mismas la encontramos en las provincias de Palencia y Valladolid. Más concretamente, en territorio palentino se contabilizan alrededor de mil palomares, de los cuales, atendiendo a Malmierca, M. (2003), el 45,9% son de tipología circular, con o sin patio; el 52,4% cuadrados o rectangulares y sólo el 1,7% son poligonales o de otras formas. De todos estos se calcula que un tercio se encuentran en mal estado o en ruina.
Descripción:
Este grupo de palomares se sitúa en el extrarradio de la localidad, a unos doce kilómetros de Palencia capital. El conjunto ofrece impresionantes panorámicas desde varios puntos como la N-610 o la Vía Verde del Tren Burra (por donde discurría la antigua red ferroviaria). En esta última se observa un cartel informativo sobre el conjunto de palomares de Tierra de Campos. Este grupo se constituye como un conjunto imponente y cohesionado, formado por ocho palomares con diferentes características y estados de conservación. En su mayoría son de tipología circular y con patio interior; algunos de los cuales destacan por su gran tamaño en perímetro y altura, superando incluso los 6 metros de altura y llegando a alcanzar en un caso un diámetro de más de 13,5 metros.
Junto a los circulares encontramos otros de planta cuadrada y rectangular, que en su origen fueron más en número de los que se conservan en la actualidad, puesto que se ha constatado la desaparición de algunos de los mismos por la falta de cuidado y conservación. De este modo, según el inventario Araduey-Campos de 2009 se registran un total de quince palomares en la localidad, la mayor parte formando parte del citado conjunto, de los cuales tres se encuentran en ruinas, de otros tres se mantienen restos y uno más está totalmente desaparecido. Por otra parte, el inventario del Colegio Oficial de Arquitectos de León de 2018 destaca ocho palomares con estados de conservación entre ruina (uno), regular (dos) y malo (cinco).
En cuanto a los materiales de este conjunto de palomares cabe destacar el predominio del barro (tapial y adobe) y, en menor medida, piedra y ladrillo. La piedra se encuentra en la base y sobre esta tapial y adobe. Los ladrillos se observan alrededor de una de las puertas de entrada (la del palomar de mayor tamaño y el único rehabilitado) o recubriendo parcialmente uno de los palomares circulares (aparentemente con una función decorativa o estética). Los tejados son de madera y tejas curvas. El interior está constituido por varios muros gruesos que albergan los nidales semicirculares para las palomas. En los palomares cuadrangulares los muros están dispuestos de forma paralela y en los circulares en forma de anillos concéntricos.
Grado de protección legal:
Libro Blanco de los Enclaves Territoriales de Interés Cultural en Castilla y León.
Intervenciones:
En 2019 la fundación Rehabitar Tierra de Campos puso en marcha un proyecto para recuperar del olvido estos conjuntos tan significativos para el territorio castellanoleonés, incluyendo entre ellos los palomares de Villamartín de Campos, en un intento igualmente por recuperar la actividad tradicional vinculada a los mismos para revitalizar, de este modo, la comarca a través de la cultura gastronómica. En la actualidad se ha llevado a cabo, de forma completa, únicamente la restauración de un palomar de este conjunto concreto.
Estado de conservación:
Como ponen de manifiesto los inventarios de Araduey-Campos y del COAL el estado de conservación de este conjunto de palomares es, en términos generales, deficiente (a excepción del rehabilitado por la Fundación Rehabitar Tierra de Campos). Algunos edificios en concreto se encuentran en un avanzado estado de deterioro o, incluso, ya en ruinas y, por tanto, corren serio riesgo de desaparecer en los próximos años, lo cual supondría la pérdida de una seña de identidad fundamental tanto para el municipio como para la comarca de Tierra de Campos. También se observa un gran abandono en los entornos, lo que dificulta aún más la potenciación de la imagen de estos bienes patrimoniales, puesto que la maleza y los escombros, entre otros elementos, dificultan el acceso de los visitantes al conjunto monumental.
Cabe recordar que la Diputación de Palencia continúa con su apuesta por la conservación, promoción y difusión del patrimonio arquitectónico de la provincia y por ello, el Boletín Oficial de la Provincia publicaba la resolución de las ayudas para la conservación, rehabilitación y restauración de Palomares y otras construcciones tradicionales en la provincia por valor de 64.231,93 euros y de las que fueron beneficiarias 14 propietarios de palomares.
En cuanto a las cuantías subvencionables de esta resolución, el importe oscila desde los 3.099 euros hasta los 5.000 euros, y en total se presentaron 16 solicitudes.
Las localidades donde se encuentran los palomares y las construcciones tradicionales a los que la institución provincial ayudará son Valoria del Alcor, Villalobón, Valdespina, Autilla del Pino, Amusco, Baltanás, Palenzuela, Reinoso de Cerrato, Astudillo, Dueñas, Cisneros, Paredes de Nava, Boadilla del Camino y Santillán de la Vega.