Una Constitución que el 70% no pudimos votar
La Firma de Javier Gómez Caloca
"Una Constitución que el 70% no pudimos votar", la Firma de Javier Gómez Caloca
Palencia
Buenos días, ayer la Constitución cumplió 45 años. Nació en el contexto histórico, político y social de 1978; es hija de una Transición imperfecta, aunque, quizás, la única posible para desbrozar el camino de la dictadura a una naciente democracia. Por ello, para varias generaciones posteriores no es más que un legado histórico que responde a imperativos de otro tiempo, cuya épica ni conocen ni tienen por qué compartir. Para la mayoría de los que la votaron aquel 6 de diciembre representaba lo máximo a lo que podían aspirar, para sus nietos bien puede no representar lo mismo.
Todos los que nacimos después del 8 de diciembre de 1960 no pudimos participar en el referéndum constituyente. Para los que hoy tienen menos de 63 años nuestra ley de leyes ha devenido en una Constitución otorgada; es verdad, democráticamente otorgada pero otorgada, al fin y al cabo.
En Palencia, como en el conjunto del país, 7 de cada 10 ciudadanos, más de 110.000 palentinos, por edad, no tuvimos la oportunidad de votarla. En cinco años, cuando cumpla las bodas de oro, todos los palentinos constituyentes habrán alcanzado la edad de jubilación. En tres décadas, la mayoría, criando malvas… y la Constitución convertida en herencia de los abuelos tallada en piedra como los bíblicos diez mandamientos.
Hay miedo a abrir el melón, miedo a un referéndum. Miedo al que se suma el mecanismo de reforma que la propia Constitución establece haciendo casi imposible su modificación. Tan atada y bien atada la dejaron que puede acabar ahogada, más rápido si los que ya se apropiaron de la bandera logran hacer lo mismo con la Constitución. Además de que se nos dé la opción de elegir entre Monarquía o República, opción que las brasas del franquismo impidieron en el 78, hay otros temas a reformar. Por ejemplo:
- Eliminar, por denigrante, la expresión “disminuidos” del art.49 y sustituirlo por personas con discapacidad.
- Hasta los más monárquicos, de seguir imperando la cuna sobre la igualdad, estarán de acuerdo en eliminar del art. 57 la referencia al emérito, hoy en libertad sólo por una inviolabilidad propia de Constituciones de la Edad Media. La corona de España es hereditaria en los sucesores de S.M. Don Juan Carlos I de Borbón, ahí queda eso, menuda carta de presentación, no lo arregla ni el detergente Leonor. Por supuesto, hay que eliminar la preferencia del varón sobre la mujer.
- Feminizar la Constitución para consolidar derechos arrancados en los últimos años en materia de igualdad, de interrupción del embarazo, etc.
- Constitucionalizar avances sociales en educación, libertades individuales y colectivas, pensiones…que han pasado el tamiz del Tribunal Constitucional.
- Europeizar la Constitución dada la soberanía compartida que tenemos con la U.E. a la vez, que ir a una federalización del Estado.
- Convertir el Senado en cámara territorial, cambiar la circunscripción electoral de la provincia a la Comunidad para ganar en proporcionalidad representativa.
- Introducir los derechos digitales y medioambientales y proteger el uso social y común de recursos como el agua o la energía.
- Contemplar de forma más amplia los derechos de los inmigrantes, incluidos los de participación política.
El paso del tiempo debilita cualquier legitimidad de origen, reformar la Constitución no es una opción más, es una necesidad. Los menores de 63 años, un 70% de la población, tenemos derecho a participar ya de un proceso de renovación constituyente. Buena Semana.