Raquel Díaz sostiene que Pedro Muñoz la arrojó al vacío y después la golpeó con un palo para intentar rematarla: "¿Te has muerto ya, zorra?"

León

La abogada berciana Raquel Díaz ha reafirmado en el juicio que ha dado comienzo en la Audiencia Provincial que su entonces marido, el político de Coalición Por el Bierzo Pedro Muñoz, intentó matarla arrojándola por la terraza de su casa. “No me empujó, me cogió y me arrojó al vacío”, ha concretado en su declaración. Después, salió a buscarla al jardín y le propinó varios golpes con un madero. “Me dijo ‘zorra, hija de puta, ¿te has muerto ya?’ y comenzó a golpearme”.

Raquel Díaz, a la que ese episodio le dejó graves secuelas físicas y psicológicas, asegura que los hechos del día 27 de mayo de 2020 en el que llama ‘la finca de los horrores’ fueron el colofón a un relación marcada desde el inicio por el abuso, las agresiones y el acoso. Incluso desde sus primeros momentos, antes de convivir y cuando Pedro Muñoz todavía estaba casado. Abogada del turno de oficio de violencia de género, la fiscal ha leído un intercambio de mensajes con su hija en 2016 en el que la propia Raquel reconoce que “nunca pensé que podría pasarme a mí”. Dice que Pedro Muñoz, entonces compañero de siglas políticas “supo encandilarme y caí como una gilipollas”. A partir de ahí, asegura, la vigilaba llegando a presentarse en reuniones en cafeterías con sus clientes “luego llegaba a casa y me caían los palos”. Dice que la sobrecargó de trabajó en el partido, para anularla profesional y económicamente de manera que tuviera que depender de él. La anuló como persona a través de lo que ella ha llamado ‘castigos’. “Me privaba de todo lo que me gusta. Me prohibió quedar con amigas, ver a mi hermana, el deporte. Solo podía entrenar si lo hacía con él”.

Asegura que no lo dejó por las amenazas de Pedro Muñoz de arruinar su carrera y, sobre todo, de hacer daño a sus seres queridos. Ha explicado que se casó con él para que pudiera financiar la campaña electoral de Coalición Por el Bierzo. “Todos los invitados a nuestra boda tenían que dar el regalo en dinero e ingresarlo en una cuenta a nombre del partido”. En 2019, para acallar los rumores, le forzó a firmar un acta notarial negando los castigos.

Ha relatado un sinfín de palizas y agresiones, que empezaban con una discusión y acababan de la misma manera “conmigo pegada o violada”.

"Jamás le puse la mano encima"

Por su parte el acusado ha negado haber puesto la mano encima en ocasión alguna a su mujer. Pedro Muñoz ha mantenido durante su declaración una actitud altiva y soberbia que ha hecho que el presidente del Tribunal le llamase al orden en varias ocasiones. Ha dibujado su relación con la víctima como tormentosa, marcada por una supuesta adicción a la bebida y a los somníferos de Raquel a la que ha llegado a calificar de “lastre” para su carrera política. Durante su testimonio se han reproducido los audios de dos incidentes violentos con Raquel. Una llamada al 112 hecha por la propia abogada durante una agresión y otra grabada con su teléfono. El acusado asegura que lo que se escuchaba eran ataques de ira de la víctima y a él intentando calmarla.

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Sobre el día de la agresión por la que se le juzga, mantiene la versión de que fue la propia abogada la que se precipitó al vacío cuando estaba buscando al gato.

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El juicio se prolongará a lo largo de esta semana con declaración de hasta 36 peritos y testigos. La Fiscalía pide para Muñoz una pena de 18 años y 9 meses de cárcel y la acusación particular la eleva hasta los 23, al considerar que los hechos constituyen un delito de homicidio en grado de tentativa.